Cuando en abril de este año Anna Wintour, editora jefe de la revista Vogue-USA, decidió que la portada del mes fuese la famosa celebridad norteamericana Kim Kardashian, en traje de novia, acompañada por su marido y cantante de rap, muchas fueran las críticas y el descontento mostrado tanto por lectores, como por entendidos de la moda.
Si Wintour quería vender revistas, su objetivo se cumplió. En el camino puede que se hayan perdido algunos lectores, por la provocación que ha suscitado esta “salida de tono”, totalmente fuera de la filosofía de trabajo de la revista, basada fundamentalmente en personajes referencias del glamour e iconos de estilo del mundo fashion.
Para muchos, y me incluyo, Kim Kardashian es una apología de lo hortera, del exceso y del mal gusto. Pero después de que este personaje de 1,56m , lleno de exageradas curvas y pechos prominentes, consiguiese la portada de Vogue, su aparición en todo tipo de eventos y presentaciones se ha triplicado, ganando también el beneplácito de gran parte del mundo de la moda, ya que se convirtió en una “protegée” del oráculo fashion, Anna Wintour.
Para los que seguimos este sector, observar en más de la mitad de los medios de difusión del planeta, la imagen de esta denominada sex-simbol día sí y otro también, es muy poco inspirador y puede resultar hasta contraproducente. Sin embargo para eso está la capacidad de cada uno de separar la hierba de la paja.
Fenotipo social
Por eso también puede entenderse que haya muchas mujeres que sientan hasta una cierta adoración por este personaje de cuerpo sinuoso y excesivo. No se puede olvidar que Kim Kardashian es de origen norteamericano-armenio. De pelo moreno, ojos oscuros y aspecto de matrona guapaza, representa racialmente a una gran parte de la población mundial de mujeres. Esto sin duda tiene un gran tirón mediático: latinas, indias de la India, mujeres del mundo árabe y del Magreb, de Oriente Medio y Lejano, pasando por el sur de la ex -Union Soviética tienen mucho que compartir, como fenotipo racial, con esta famosa.
Es verdad que su desorbitado trasero – del que ella se siente francamente orgullosa- puede no ser de este mundo, y entendidos en el tema señalan que es un culo prefabricado y hecho a medida. Da igual, muchas señoras culonas y de anchas caderas estarán felices de encontrar un icono de moda de esta categoría, paseándose y enseñando sin vergüenza su sinuosa figura.
No para
Para hacer justicia, el personaje Kim no puede definirse solo por estos atributos. Kardashian es madre, propietaria de 3 tiendas de ropa en Estados Unidos, cantante ( con poco éxito, pero lo ha intentado), diseñadora de su propia línea de ropa, de perfumes y de bronceadores. Es además y principalmente conocida por actuar como ella misma en la serie-reality show “ Keeping up with the Kardashiams” y a partir del 2011 acompañada de su hermana en “Kourtney and Kim Take New York”. Sin mencionar que en el año 2010 fue una de las celebridades que más dinero ganó: unos 6 millones de dólares.
Recientemente nombrada como la mujer del año por la revista de hombres “QG”, Kim ha protagonizado una sesión de fotos sin ropa, en la que despliega todo el poderío de lo que podemos considerar una “mujer macizorra”.
Nada que objetar…y hasta cierto punto me reconcilio con este personaje, que aunque insisto, de dudoso gusto y propuestas de estilismos casi siempre rechinantes, consigue traer a las páginas de las revistas a una mujer de tomo y lomo, más en consonancia con el tipo de la señora de a pie, con frecuentes problemas de talla y también de peso (como ella misma ha confesado).
Lo que sin duda es de alabar de Kim Kardashiam, es la seguridad y el desparpajo con en el que ella exhibe su explosivo cuerpo, dentro de modelos y figurines diseñados en muchos casos para tipos lánguidos y anoréxicos. Y como ella es muy real, las cremalleras de sus ropa de marca se descosen y las costuras se arpan ( varias fotos evidencian estos accidentes caseros). O sea, el pan nuestro de cada día de las que no somos celebrities.
Del complejo, virtud
Muchas mujeres agradecerán esta autenticidad desbocada e incluso brindaran porque al fin haya una famosa que vista sin complejos las últimas tendencias, en un cuerpo (“casi”) totalmente humano y aplastantemente femenino.