Givenchy se vistió de terrorífica sofisticación en una tercera jornada de la Semana de la Moda Masculina de París que anunció un otoño-invierno 2015-2016 de trajes de chaqueta renovados y propuestas estéticas urbanas.
Givenchy marcó la senda de su colección con una pasarela de brillos rojos sobre los que se presentaron oscuros conjuntos con destellos color sangre.
El director creativo de la casa, Riccardo Tisci, maquilló las caras con máscaras, como las de una calavera, y cosió aleatoriamente colas de zorro que ondeaban a cada paso.
Los pantalones quedaron cubiertos por una falda de tubo abotonada en el frente, a la vez que las rayas verticales y el cuero reforzaban el ambiente siniestro de la colección, que también contó con coloridos estampados geométricos y étnicos.
En un palacete a orillas del río Sena, los modelos posaron estáticos en diferentes situaciones, ya fuera para una pintora que los estaba retratando o sobre sofás recubiertos con sábanas, con los conjuntos de la firma francesa Melinda Gloss.
«Es una puesta en escena que refleja perfectamente el ambiente de la marca», justificó a Efe el diseñador Rémi de Laquintane, quien especificó que él y su compañero en la dirección creativa, Mathieu de Ménonville, dieron cita al público en un espacio del siglo XVIII porque está en sintonía con el clasicismo de su colección.
Algunos de los modelos que pisaban billetes falsos, mientras posaban junto a la reproducción de una enorme moneda, vistieron pantalones de traje ajustados con goma al tobillo.
Melinda Gloss mezcló burdeos, azul marino y camel con destellos naranjas «para dar un poco de energía» a unos diseños confeccionados con materiales como la seda, la alpaca o el mohair.
El diseñador surcoreano Juun J. construyó su silueta para el frío con recuerdos militares, urbanos, de aviador y de artes marciales en una paleta dominada por el caqui y el azul marino.
Las cazadoras «bomber» de contorno circular se complementaron con pantalones extremadamente anchos con bolsillos laterales, sobre los que caían tiras como los cinturones propios de los deportes orientales de defensa personal.
Krisvanassche unió trajes de chaqueta con zapatillas deportivas en un desfile de ondas y colores llamativos como el cereza o el aguamarina, a la vez que Cerruti se mantuvo en elegantes pantalones estrechos y tonos grises.
En esta jornada también se desveló la colección de hombre de Loewe y desfiló Maison Margiela, casa dirigida desde octubre por el mediático modisto John Galliano. EFE