¿El racismo está en la moda?

  • Naomi Campbell e Iman hablan de la falta de modelos sobre la pasarela como acto “racista” de la moda.

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    En 1973 se presentó en el palacio de Versalles el primer desfile con amplia presencia de modelos negras. En los 80 y en los 90, Imán o Naomi Campbell se encontraban entre las más cotizadas. ¿Por qué no se ha completado la normalización y se sigue hablando en el siglo XXI de racismo en las pasarelas?.

    En la última edición de la pasarela de Nueva York, la exmodelo Iman encomió a las jóvenes modelos negras a que se mantuvieran “unidas”, para ejercer presión a un sector que todavía sigue optando por el blanco, en una ciudad llena de diversidad y color como es Nueva York.

    Campbell habla de “acto racista”

    La diosa de ébano, Naomi Campbell, es una de las voces más respetadas en estas protestas. Con motivo de la edición de febrero, cuando la pasarela registró solo un 6 por ciento de modelos negras, frente al 82,7 por ciento de blancas, publicó junto con Iman una carta abierta en la que hablaba de “acto racista” en la moda.

    DESFILE DE ANDRES COURREGE. Foto: EFE

    DESFILE DE ANDRES COURREGE. Foto: EFE

    Denunciaban cómo diseñadores como Calvin Klein, Donna Karan o Armani usaban una o ninguna modelo negra en sus desfiles y acusaban al mundo de la moda de haberse acomodado en su lucha contra la igualdad. “Hemos retrocedido”, decía Iman en una entrevista con la cadena de televisión ABC.

    Echando la vista atrás, en noviembre de 1973, en el mismo escenario donde María Antonieta pasó sus últimos días antes de ser decapitada, el mundo de la moda quiso crear una auténtica revolución. Un encuentro en Versalles entre diseñadores franceses, como Yves Saint Laurent o Hubert de Givenchy, y americanos, como Oscar de la Renta, Anne Klein o Bill Blass, que dinamitara las barreras y creara sinergias.

    Más allá de la cuota de exotismo

    Mientras las casas de París apostaron por la sofisticación, la gran aportación de la moda americana, a una industria y un arte acusados de “eurocentrismo”, fue demostrar con una alta presencia de modelos negras que éstas podían tener un papel más allá de la cuota de exotismo gracias a rostros como el de Sandi Bass.

    Varias modelos desfilan por la pasarela con creaciones del diseñador español Emilio de la Morena, durante la Semana de la Moda de Londres, Reino Unido, el 24 de febrero del 2015. EFE/Facundo Arrizabalaga

    Varias modelos desfilan por la pasarela con creaciones del diseñador español Emilio de la Morena, durante la Semana de la Moda de Londres, Reino Unido, el 24 de febrero del 2015. EFE/Facundo Arrizabalaga

    Los efectos fueron casi inmediatos: en 1976 emergía la que fue la primera supermodelo negra, la somalí Imán, precursora de la más famosa de todas, la británica Naomi Campbell, que en la auge de las supermodelos formó el “cuarteto de oro” junto a Claudia Schiffer, Cindy Crawford y Linda Evangelista.

    Waris Dirie, Tyra Banks, Vanessa Williams o Veronica Webb, empedraban el que parecía el camino hacia la normalización. Pero cuando se pasó el “boom” de las supermodelos, comenzó también el retroceso en la igualdad de las modelos negras en las pasarelas.

    En julio de 2008, Vogue publicó un artículo titulado “¿Es la moda racista?” y hacía el primer llamamiento. Pero cinco años más tarde, el New York Times, el 7 de agosto pasado, publicaba un artículo titulado “El punto ciego de la moda”.

    ¿Quién es el culpable?

    ¿Las causas? Diseñadores y agencias de modelos se pasan la patata caliente, y no falta quien redirige un problema de representatividad de la raza negra en las élites que exceden el campo de la moda (y, por ende, el concepto “modelo” tiene que ser representativo de ello) o la excusa de que el blanco es una opción estética, por lo que pedir lo contrario sería un atentado contra la libertad creativa.

    SEMANA DE LA MODA DE PARÍS

    SEMANA DE LA MODA DE PARÍS

    Sin embargo, el auge de las modelos asiáticas, vinculado directamente con la importancia de los compradores de Asia en el mercado del lujo, parece no responder a esos mismos argumentos, de la misma manera que diseñadores tan reputados como Jean Paul Gaultier y Tom Ford han apostado por la diversidad y han triunfado.

    En declaraciones al New York Times, el brasileño Francisco Costa, director creativo de Calvin Klein, aseguraba que hay pocas modelos negras cotizadas, como Malaika Fith (el primer rostro negro en una publicidad de Prada), y que respetar la cuota implicaría contar siempre con las mismas.

    Pero Riccardo Tisci, diseñador de Givenchy prefería no hablar de racismo sino de un sentimiento mucho menos meditado: pura vagancia. “Es más fácil que sean blancas porque es a lo que estamos acostumbrados”, aseguraba. EFE

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