Una firma argentina ha creado una línea de bolsos y carteras a partir de la piel del caimán sudamericano, una especie en peligro de extinción, que la marca lleva diez años criando en cautividad, contribuyendo a preservar su existencia.
Una firma argentina ha creado una línea de bolsos y carteras a partir de la piel del caimán sudamericano, una especie en peligro de extinción, que la marca lleva diez años criando en cautividad, contribuyendo a preservar su existencia, y que ahora, con la piel sobrante, saca una línea de complementos.
La marca “Solantu”, dedicada al negocio de la madera en sus inicios, surgió en la región del Lago Rivadavia, una zona cálida y húmeda de Argentina, donde sus fundadores se propusieron, hace diez años, hacer un criadero de caimanes “sostenible” para preservar la especie del caimán yacaré, según explica en una entrevista con Efe Estilo, Silvia Gold, creadora de la firma.
Una moda “medioambiental”
El proceso, que está “estrictamente controlado”, consiste en la recolección de huevos de la charca, su traslado a las incubadoras, donde son asistidos en el momento del nacimiento, y después los crían hasta que alcanzan el tamaño necesario para defenderse por sí solos, explica Gold.
Así, cada año se liberan a la naturaleza “casi 800 ejemplares”, el “porcentaje requerido” para mantener el equilibrio de esta especie, que ha alcanzado unas tasas de “supervivencia” del 80%, añade la fundadora.
Todo empezó como un proyecto “medioambiental” que hace un año se amplió al mundo de la moda, cuando comenzaron a diseñar carteras y bolsos, que ahora salen al mercado como la primera colección de “Solantu”.
El caimán, una piel peculiar
Bajo el lema ”Offered by nature, shaped by man”, la firma argentina ha creado una línea de complementos “atractivos” con colores neutros, acabados vintage en oro mate, incrustaciones en maderas exóticas argentinas y formas “sencillas” que sirven para el “día a día”, afirma Gold.
“El caimán en sí mismo tiene una gran belleza en su dibujo y cuenta con una forma propia de envejecer: el tiempo lo vuelve cada vez más bonito”, asegura Gold, quien añade que son unas piezas muy “sofisticadas” y para “toda la vida”.
En el capítulo de las desventajas, este cuero tiene un precio “elevado” y, además, “no todos los artesanos saben trabajar con él, ya que el proceso implica curtir la piel del animal”, explica la fundadora de la firma.
Con todo esto, en “Solantu” dicen estar seguros de haber hecho un producto “de calidad” y se sienten “cómodos” al contar con “todas las autorizaciones requeridas” ya que se trata de una especie protegida.
Proyección de futuro
La marca, que ha elegido Madrid para lanzar su colección al mundo y que por el momento cuenta con un único punto de venta en Buenos Aires, no tiene la intención de “renovar” la colección por temporadas, sino que, excepto a la hora de añadir colores, quieren que sean piezas “permanentes” en el tiempo.
Su objetivo de futuro es convertirse en una marca “global”, empezando por abrir puntos de venta en España, el resto de Europa y el mercado estadounidense.
“Madrid es nuestro punto de lanzamiento físico y, con la plataforma online, esperamos llegar a todos los países que podamos”, concluye Silvia Gold. EFE.