Creatividad, una buena dosis de humor y todo aquello que esté por casa y que pueda servir para imitar la vestimenta de tu personaje de ciencia ficción favorito es lo necesario para participar del «Cospobre», un concurso en el que se exhibe la moda «cutre» que triunfa entre los «nerds» brasileños.
El Cospobre es el hermano sin recursos del «Cosplay» (mezcla de las palabras inglesas costume -disfraz- y play -jugar-), una forma de disfrazarse, originaria de Japón, en la que los participantes intentan repetir, con todo lujo de detalles, las vestimentas de personajes del mundo del cómic, el cine, el manga o los videojuegos.
En 2011 tres jóvenes crearon en Brasil el primer concurso nacional de Cospobre. Desde entonces el término se ha extendido entre esta excéntrica comunidad y, según cuenta a Efe uno de sus impulsores, Iván Baroni, «cada año hay más participantes».
Según relata, los espectaculares disfraces con los que los adeptos del Cosplay acuden a las grandes ferias y eventos de ciencia ficción pueden llegar a costar entre 10.000 y 15.000 reales (entre 4.550 y 6.820 dólares) y pueden incluir hasta «efectos de pirotecnia» para acercarse lo más posible a la «realidad».
«No todo el mundo hace eso, obviamente, pero la gente se suele dejar en torno a unos 300 reales (sobre 140 dólares) en el disfraz», explicó a Efe Baroni.
«Nuestra filosofía es que tires de ingenio y de creatividad. Queremos que seas ingenioso y que no gastes dinero. Emplea lo que tengas por casa para disfrazarte. Es una buena forma de divertirse y, sobre todo, el resultado es muy gracioso», agregó.
Con un bajo presupuesto y un alto valor cómico, este concurso, en el cual los interesados mandan fotografías de sus disfraces y se someten al voto de un jurado, atrajo rápidamente la atención de la televisión brasileña.
La segunda y tercera edición de este pintoresco concurso contó con el respaldo de un programa nocturno de corte humorístico en una televisión nacional y este año será otra cadena diferente la que lo promocione.
Según Baroni, cada año más personas envían las imágenes de sus disfraces caseros pero solo se seleccionan entre 60 y 100 fotos para participar.
«Si todo sale según lo previsto, la edición de este año empieza el 14 de noviembre con la recepción de las fotos y un mes después se anunciará el ganador», dijo Baroni, que inventó este concurso junto a sus compañeros Luis Fernando Giolo y Paulo Purrat.
Este joven aficionado al humor para «cerebritos», explicó a Efe que los disfraces más recurrentes entre los participantes son los que tienen que ver con las películas «más taquilleras del momento», con los cómics o con el anime.
«El año pasado hubo muchos disfrazados de Thor o de algún personaje de Los Vengadores. Lo que pretendemos premiar es la originalidad a la hora de elegir el personaje y la creatividad con la que se desarrolla el disfraz», dijo.
En el país del carnaval más espectacular y famoso del mundo, esta moda de «bajo coste» ha encontrado su hueco en esta excéntrica comunidad, que, además de divertirse imitando a sus personajes de ciencia ficción favoritos, también cultiva el sano arte de reirse de sí misma con los estrambóticos resultados de sus disfraces. EFE