La revista Vogue lo llama LBD, little black dress. La traducción sería “pequeño vestido negro”, de cuero, se satén, largo o mini. No importa. Que sea negro sí y es el sinónimo de elegancia y sofisticación si los complementos son bien elegidos.
«¿Qué habría sido del inolvidable vestido negro de Givenchy de Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes (1961) sin ese collar de perlas, las gafas Manhattan de Oliver Goldsmith y aquellos largos guantes?”, se pregunta la revista.
“Un zapato cerrado de color negro para una imagen clásica, un clutch dorado con un toque glam, un cinturón ceñido que aporte sofisticación o un collar de inspiración étnica para ese ansiado aire bohemio. No importa el estilo ni la inspiración, el little black dress –de cuero, de satén, largo o mini…– se adapta a cada estética gracias a su versatilidad y su poder para abrazar cada complemento”, afirma al tiempo de ofrecer opciones para quienes quieran hacer sus propias combinaciones.
Fuente: Vogue.es