Los estampados de filamentos deshilachados de Louis Vuitton, la elegancia arquitectónica de Issey Miyake Men y los futuristas cortes de cuero rojo de Boris Bidjan Saberi defendieron su lugar en el armario invernal masculino en la Semana de la Moda de París.
El británico Kim Jones dedicó a su compatriota y también diseñador Christopher Louis Nemeth, fallecido en 2010, la colección de Louis Vuitton al retomar su característico motivo de fibras textiles ampliadas por un microscopio.
Este estampado de cabos sueltos recubrió abrigos, trajes de chaqueta, pantalones y bolsos en una paleta controlada por las diferentes tonalidades del marrón, el azul marino o el gris, a los que se sumaron pinceladas de burdeos y rojo.
El público, entre el que se encontraban la modelo Kate Moss y el cantante Bryan Ferry, observó el invierno de trencas, chaquetones, abrigos de hombros caídos y cazadoras cortas de Vuitton, así como de pantalones con vuelta alta.
Issey Miyake Men rindió homenaje al arquitecto decimonónico escocés Charles Rennie Mackintosh, en la Fundación Cartier, con unas prendas de estructuras geométricas.
«Esta vez quería crear trajes con un estilo más elegante», declaró el diseñador Yusuke Takahashi después de este espectáculo, con el que marcó una distancia con el fundador, quien se dio a conocer por su estilo desenfadado y deportivo.
El nipón recuperó las líneas rectas del principal representante del movimiento Arts and Crafts escocés, utilizó el motivo de la rosa -tanto en estampados como en relieve sobre terciopelo- y tiñó la colección de fucsia y morado.
«También me inspiré en sus retratos, en los que tiene un aire muy elegante», explicó Takahashi para justificar el diseño de sus pañuelos de seda, antes de añadir que los abrigos-manta de cuadros escoceses fueron en recuerdo a sus orígenes.
La firma española Boris Bidjan Saberi desfiló en el Palacio de Tokio con una colección inspirada en el traje tradicional del pueblo de Baviera donde creció el fundador.
«Transformamos toda esta información en algo nuevo y bastante futurista», explicó a Efe el diseñador tras la muestra de un repertorio de pantalones bombachos de cuero, petos, superposiciones y siluetas triangulares.
Boris Bidjan Saberi incorporó un «rojo muy vivo» a una paleta en la que suele dominar el negro. «Experimentamos bastantes técnicas para tintar este rojo tan fuerte en la piel», declaró el creador, orgulloso con el resultado, sobre unos diseños confeccionados con pieles de caballo, canguro y ternero.
En el ámbito comercial, la firma fundada en 2005 en Barcelona ha abierto recientemente en Nueva York su primer punto de venta propio para acercarse a una clientela que valora «una estética muy fuerte, los colores oscuros y los detalles», como ha observado Stephen George, propietario de una tienda de Toronto en la que Boris Bidjan Saberi es una de las marcas más solicitadas.
En un aparcamiento en las inmediaciones de los exclusivos Campos Elíseos de París se celebró el desfile de la firma francesa Andrea Crews, en una atmósfera de clandestinidad.
A resguardo de la luz del día, una joven con cazadora «bomber» y cabeza rapada en la parte inferior bailaba entre dos coches al ritmo de la música electrónica, ajena al público que iba llegando al lugar de la cita.
«Hemos creado una instalación con coches, como si llegaran a un aparcamiento, a un lugar secreto, para hacer una ‘rave’ (fiesta ilegal)», explicó la diseñadora Maroussia Rebecq tras finalizar la presentación de una marca que presume de estar comprometida con el medio ambiente.
La colección se hizo eco de la automoción y el tuneado para que los neumáticos, la velocidad y el aceite dejaran su rastro en los estampados de diseños urbanos y «underground», combinados con botas militares y riñoneras. EFE
Fotos: Efe