¿Sabías que los gatos que juegan son doblemente felices? Evitá con estos consejos que tu mascota se estrese.
El juego es algo propio de los gatitos, en realidad es una práctica que acompaña al felino a lo largo de toda su vida. Al jugar aprenden las técnicas de caza que pueden necesitar en su etapa adulta.
Además, esta actividad les permite adquirir un completo desarrollo de todas sus estructuras y el sistema nervioso. «Un gatito que interacciona, que juega con sus hermanos de camada y con su familia humana, tiene pocas posibilidades de presentar problemas de comportamiento», dice la web Mi mascota y yo.
La manifestación del juego es simplemente una forma de pasarlo bien y de sentirse a gusto en su territorio. El juego es una conducta típica de los mamíferos. En el caso de los gatos, juegan cuando están tranquilos y cuando ninguna otra necesidad les preocupa.
Por esta razón, todos los especialistas asocian el juego del animal a su bienestar. Uno de ellos es perseguir objetos en movimiento. Cuando un gato no tiene que perseguir, acechar y cazar, pueden aparecer problemas.
– Arañazos y mordiscos: se podría evitar utilizando juguetes adecuados. El gato debe entender que la mano no es un juguete, ya que si lo habituamos a jugar con ellas, cuando sea adulto lo seguirá haciendo.
– Gatos mayores también disfrutan del juego, siempre teniendo en cuenta sus “limitaciones”: con ellos, se deben utilizar juegos interactivos que estimulen no solo su actividad física, sino también su cerebro.
– Buscá juguetes adecuados, que no sean peligrosos a su salud y que les sirvan cuando están solos: en clínicas veterinarias y tiendas especializadas podés conseguir una amplia variedad de juguetes adaptados para ellos.