La adopción de la mascota implica responsabilidad, buena alimentación e higiene necesaria al animal. Pero… ¿cómo evitar malos olores en la arenera de los gatos? En la nota te contamos.
Las mascotas necesitan un espacio amplio para pasear y desarrollarse. La limpieza del lugar se debe realizar diariamente para evitar malos olores.
¿Cómo reducir el olor de la arena de los gatos?
Una de las preocupaciones que frena muchas adopciones de felinos es el arenero ya que las personas que conviven con los gatos deben limpiarlo todos los días.
La segunda opción, (pero que tampoco escapa de la limpieza) es elegir productos conglomerantes, y utilizar areneros con filtros.
1. Limpiá el arenero: la primera regla para que la arena de los gatos no deje olores es con una buena limpieza, por lo menos dos veces al día. De este modo, los posibles olores del arenero no tendrán tiempo de colarse en casa.
2. Arenas que no dejan olores: existen arenas para gatos de todos los precios y colores. Las personas que comparten su vida con felinos saben lo importante que es escoger una arena adecuada que cumpla las expectativas de sus mascotas.
3. Areneros cubiertos y con filtros: también ayudan a reducir los olores en casa. Algunos de estos accesorios, además, incluyen un filtro que minimizan aún más los hedores.
Se debe recordar que los areneros para gatos cubiertos concentran más olores en su interior, ya que no los dejan salir, y algunos animales los rechazan. ¿La clave? Extremar aún más la limpieza del arenero.
4. ¿Cómo limpiar?: la mayoría de las arenas que se comercializa en el mercado necesita ser retirada por completo una vez a la semana. Por fortuna, también este sector evoluciona a gran velocidad, y ya existen sustratos que aglomeran mejor por más tiempo. Limpiá por lo menos una vez a la semana.
5. Airear para disminuir los olores: la arena de los gatos olerá menos si se dispone de un espacio aireado.
6. Desodorantes ¿sí o no?: muchos felinos rechazan las arenas perfumadas. Este rechazo incluye a los ambientadores, que se colocan cerca del arenero, para contrarrestar los olores procedentes de la caja.