Los conejos son animales que poco se enferman, pero cuando presentan algún tipo de enfermedad, esta puede ser mortal. Una vez más, la salud de esta especie, como la de las otras, depende de la alimentación que le proporcionan las personas responsables de la mascota.
Para que la salud y el bienestar del conejo esté en condiciones no solo depende de la buena alimentación, sino también, de mantener su hábitat limpio.
Para resolver los problemas de salud en esta mascota se debe identificar el origen del trastorno con asesoramiento veterinario. Un diagnóstico requiere toma de muestras de excrementos para un análisis preciso. Si ves a tu conejo triste, apático e inapetente, acudí a la inmediata consulta con el profesional. El tratamiento es más eficaz si se aplique precozmente en el animal.
Enfermedades más comunes, de la web Facilisimo:
– Diarreas: este síntoma puede ser ocasionado por distintas causas, apareciendo con más frecuencia después del destete. Puede estar relacionado con alimentos en mal estado, mojados, sucios, fermentados o por el exceso de forraje verde en la alimentación.
El trastorno, también puede estar vinculada a intoxicaciones alimentarias, parásitos en los intestinos, virus o bacterias y el calor intenso. La diarrea con frecuencia viene acompañada de un vientre hinchado y pérdida de apetito. Además se muestra aburrido, aumenta la sed y el pelaje es más pobre. La gravedad puede variar según la causa que la provoca.
Es importante que la mascota disponga de abundante agua fresca para evitar la deshidratación, y que se encuentre en un lugar abrigado.
– Resfriados: si el conejo tiene catarros puede deberse a una enfermedad frecuente denominada «Coriza o moquillo». Aparecen en cualquier época del año, y se manifiestan por la presencia de abundante secreción nasal y ocular, acompañada de frecuentes estornudos.
Las causas que predisponen a estos problemas pueden ser los cambios bruscos de temperatura, una alimentación deficiente y la falta de higiene. Los problemas infecciosos pueden derivar en una neumonía que después de dos o tres días de comenzar la dolencia podemos ver al conejo refregándose la nariz en sus patas delanteras. Presenta perdida de apetito, parece triste, tiene fiebre y el pelaje pierde brillo.
A medida que transcurre el tiempo, el moco se vuelve más espeso que llega a obstruir la nariz convirtiéndose en una situación peligrosa porque puede presentar episodios graves de asfixia.
Es fundamental extremar las medidas de higiene y consultar con un veterinario para la prescripción del tratamiento.
– Sarna en la oreja: la causan parásitos que se encuentran localizados dentro del conducto auditivo externo. Es una enfermedad contagiosa, si en la casa hay más de un conejo, se deben separar a las mascotas que presentan esta enfermedad del resto. Los primeros signos que presentan están relacionados con una fuerte irritación de las orejas, seguida de una inflamación y de la aparición de una secreción espesa, llegando a formarse costras de color amarillo.
Se muestran sin ganas de comer, pierden peso rápidamente y mueren si no se actúa con rapidez. Los conejos afectados inclinan la cabeza hacia la oreja enferma, buscan aliviar las molestias rascándose con sus patas delanteras.
– Sarna del cuerpo: es muy contagiosa, y puede extenderse por todo el cuerpo del animal a diferencia de la “sarna auricular” que es más localizada. El ácaro cava galerías por debajo de la piel, y se alimenta de la sangre del conejo. Se caracteriza por la formación de costras en la cabeza, principalmente boca, ojos, nariz, extendiéndose en los casos más graves hasta las patas y órganos genitales.
La picadura del parásito provoca una fuerte irritación, ocasiona la aparición de secreciones que al secarse forman costras duras de coloraciones amarillo grisáceas, la piel se presenta rugosa e hinchada, y puede llegar a perder grandes extensiones de pelo.
Las lesiones bucales dificultan su alimentación y llegan a adelgazar en forma progresiva. Si las costras están localizadas en la nariz, puede presentar serias dificultades para respirar.