Grace Kelly, Salvador Dalí, Brigitte Bardot o Pablo Picasso encontraron en sus mascotas a unos fieles amigos, y en esas intensas relaciones entre hombre y animal halló el fotógrafo Edward Quinn una inspiradora manera de captar la humanidad de divas, pintores o príncipes que mostraban así su faceta más protectora.
Algunas de esas imágenes que tomó Quinn de grandes artistas junto a sus inseparables mascotas se reúnen ahora en “Celebrity pets on the French Riviera in the 50s and 60s“, una antología fotográfica que publica este mes la editorial teNeues en inglés.
“Algunas celebridades, tanto ahora como en los años 50 o 60, tienden a posar tímidas frente a la cámara o poco naturales; tratan de mantener la guardia en todo momento…pero no con Quinn”, explica la editorial en un comunicado acerca del trabajo del fotógrafo irlandés.
Miembros de la familia
El pintor malagueño junto a sus perros, Kabul y Lump, el príncipe Raniero y Grace Kelly con su tigre o Brigitte Bardot en compañía de su perra “Guapa” protagonizan el libro de Quinn, quien inmortaliza la relación amigable entre estos célebres dueños y sus animales, considerados y tratados como un miembro más de la familia.
Algunas, como Paris Hilton, dispensan hoy a sus mascotas cuidados propios de un humano (adinerado). La rica heredera les ha construido a sus perros una pequeña mansión canina donde disfrutan de muebles a escala, aire acondicionado, calefacción o camas con ropa de Louis Vuitton.
“Estos excesos suelen llevarlos a cabo personas un poco ‘friquis’”, explica a Efe Estilo la presidente de la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (FAPAM), Mati Cubillo, “aunque es mucho peor dejarlos abandonados o maltratarlos”, matiza.
La adopción de mascotas es una moda entre famosos de todo el mundo, aunque Cubillo asegura que el abandono animal aún supone “un problema social” en España, donde persiste un dato “muy preocupante”: “300.000 animales abandonados al año”, asegura.
La adopción, una moda solidaria
Jessica Chastain adoptó a un perro de tres patas, Chaplin, y Selena Gómez y Olivia Wilde no tuvieron en cuenta la raza de sus cachorros a la hora de adoptarlos.
Lauren Bacall, por su parte, incluyó a su perra Sophie en el testamento, y le legó 10.000 dólares (12.900 euros más o menos), gesto que también tuvo con su can Alexander McQueen.
Eva Longoria, Íker Casillas, Jessica Alba, Rihanna o Miley Cyrus son otras celebridades que miman a sus mascotas -desde perros a cerdos vietnamitas- y cuelgan sus fotografías en las redes sociales, donde hay perfiles de perros y gatos seguidos por miles de personas.
Los “it dog” de Instagram
Trotter, un bulldog francés que viste a la moda con sombrero, corbata y pipa, cuenta con más de 200.000 seguidores en Instagram, menos que Tuna (casi 960.000 “followers”), un gracioso chihuahua.
Antes de ser un “it dog”, Tuna fue un cachorro abandonado a la orilla de una carretera en San Francisco, hasta que el americano Courtney Dasher lo adoptó en 2011 y lo convirtió en estrella.
Grumpy, un gato que parece siempre enfadado, ha sido invitado de honor en varios programas televisivos, y en Instagram suma más de 400.000 seguidores, al igual que Venus, un minino con la mitad de la cara negra que inspiró un artículo a National Geographic.
Hay hasta felinas reporteras, como la gata de Karl Lagerfeld, Choupette, que debuta con una columna propia en “The Karl Daily” editada por Chanel. La mejor compañera del diseñador le ha inspirado, incluso, una colección de maquillaje a Shu Uemura.
Neville, el perro de Marc Jacobs, fue editor invitado de la revista Love el año pasado (ahora tiene miles de seguidores en Instagram) y Tinkerbell, el chihuahua de Paris Hilton, tiene sus memorias de mascota famosa publicadas.
Alfred Hitchcock, Kurt Cobain, Freddie Mercury, Paul McCartney, Elizabeth Taylor o John Lennon y Yoko Ono (dueños de un gato negro) fueron otros que cobijaron en sus fastuosas casas a animales exóticos o a mascotas convencionales que recibieron hasta canciones dedicadas (caso de Mercury con su gata Delilah).
Mascotas sí
Cada vez más hoteles y restaurantes permiten la entrada de mascotas y, más aún, los tratan como a un cliente más. Es el caso del hotel Ritz de Madrid, que este verano anunció que aceptaría a mascotas y que, además, éstas recibirían en las instalaciones del hotel un trato especial con golosinas y cojines personalizados.
Otros transmiten su pasión por la moda a través de sus animales y van conjuntados con sus mascotas. La diseñadora de origen polaco Ewa Byczkiewicz atiende a la demanda de esas “fashion victim” que quieren vestir a sus animales de compañía con las últimas tendencias, y van a juego con ellos para asombro ajeno. EFE.