La universidad especializada en ciencia y medicina ‘El Imperial College’ mejorará el trato a los animales de laboratorio.
El Imperial College de Londres, uno de los centros de investigación científica líderes del Reino Unido, mejorará el trato a los animales en sus laboratorios después de que un informe divulgado este martes haya censurado sus prácticas.
El documento, elaborado por expertos convocados por el propio Imperial College, concluyó que son precisas mejoras porque las prácticas actuales no se adecúan a los estándares exigidos.
El informe fue encargado después de que, en abril, la Unión Británica para la Abolición de la Vivisección (BUAV, en inglés) denunciase el «horrible sufrimiento» de los animales que se utilizan para experimentos científicos en ese centro.
Los expertos recomendaron hoy una «reforma integral» del trabajo del equipo para el Bienestar Animal del centro, que supervisa el trato que se da a los animales utilizados en los experimentos, si bien en ningún momento habla de maltrato.
BUAV había denunciado hace ocho meses, entre otros, que investigadores con poca experiencia practicaban cirugías agresivas sin supervisión, que se pudo utilizar una guillotina con ratas y que el alto volumen de la música agravaba la angustia de los animales.
El informe divulgado hoy, que presenta hasta 33 recomendaciones para el centro, concluye que las prácticas con animales en el Imperial College «no se adecúan al propósito» y que hay además falta de comunicación entre los encargados del cuidado de los animales y los científicos.
Recoge insuficiencias en «el sistema operativo, la dirección, gestión, formación, supervisión y revisión ética», y afirma que el centro no cumple con los estándares de las pruebas con animales.
Tras conocer sus conclusiones, el Imperial College dijo que las aceptaba y que actuaría «con rapidez», dando prioridad a la dotación de personal y la mejora del liderazgo, dos sugerencias recogidas en ese texto.
El director del comité de expertos encargado del informe, el profesor Steve Brown, calificó las conclusiones como «preocupaciones importantes» y dijo que deberían servir «como marco útil» para que otras instituciones científicas revisen sus políticas y prácticas en este sentido». EFE