- julio 15, 2013
Es bien sabido que no todas las personas tienen aptitudes para adiestrar a su perro o hacer el seguimiento adecuado cuando deciden contratar a un profesional.
Sin embargo, hay algunas cualidades que pueden ser desarrolladas e incluso pueden servirte en cualquier otro ámbito de tu vida diaria.
Es aconsejable que en todos los ejercicios de adiestramiento haya un ambiente agradable y tu perro trabaje feliz, que lo vea como una diversión y no como un suplicio.
Y es por esto que un buen educador de perros debe tener, además de autoridad, las siguientes cualidades:
1 Mucha paciencia
Por muy distraído o porfiado que sea tu perro, no pierdas nunca la paciencia ni la ilusión. Por poco que el perro aparente aprender, conserva la alegría en cada ejercicio y demuéstrasela.
2 Persistencia
Repite cada ejercicio tantas veces como sea necesario hasta que salga bien del todo. No permitas que el perro interrumpa un ejercicio: eres tú quien debe decidir cuándo hacerlo; repite cada ejercicio una y otra vez como si se tratara de un acto ritual. Nunca debe resultarle aburrido.
3 Amabilidad
Educar a un perro no significa imponerse por la fuerza. Durante los ejercicios tiene que predominar un ambiente armónico, lo que no quiere decir que se permita hacer al perro lo que quiera. Una «estricta amabilidad», sería el término más adecuado.
4 Distensión
No te sientas dominado por la presión o el estrés, ni te impongas la obligación de terminar un ejercicio en un tiempo determinado. Cuanto más distendido y tranquilo hagas los ejercicios con tu perro, tanto más fáciles resultaran y así evitarás que la tensión intranquilice a tu perro.
5 Valórate a ti mismo
Empieza en el momento de elegir el tipo de perro: ¿se adapta realmente a ti o te queda grande? A la hora de decidirte puedes optar por un perro «complementario» o un perro «eco». Me explico: el «perro complementario» complementa con sus cualidades a la persona, es decir: un perro equilibrado para una persona reactiva, un perro muy alegre para alguien pausado o un perro eco que está en la misma frecuencia que su dueño.
6 Educa tu tono de voz
Practica cuanto sea necesario para que tus órdenes, tus reprimendas y tus felicitaciones sean dadas en el tono adecuado para que tu perro las entienda. Los perros oyen muy bien, no hace falta que le grites, es el tono el que hace la música. Las palabras son la llave de acceso al cerebro de tu perro; en los ejercicios procura no hablar demasiado. Tu voz debe sonar dulce y melodiosa cuando alabes a tu perro.
7 Controla tus movimientos
Los perros son maestros en comprender los movimientos del cuerpo. Procura que cada orden vaya acompañada del correspondiente gesto de la mano. Siguiendo estas premisas lo normal es que consigas un perro bien educado.
Fuente: www.lacuarta.com