- julio 18, 2013
Una investigación de científicos australianos ha puesto en duda la eficacia de la oxitocina, conocida como la hormona del amor, en los tratamientos a niños con autismo, informaron hoy fuentes académicas.
Varios estudios indican que la oxitocina, una hormona que tiene efectos en la actividad cerebral vinculada a la formación de lazos sociales, puede ayudar a los niños con este desorden, según un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).
En diversas partes del mundo se están realizando pruebas clínicas sobre los efectos de un rociador nasal que contiene oxitocina, un producto que ya comienza a ser adquirido por padres con hijos autistas.
Sin embargo, el psicólogo de la UNSW que lideró un estudio, Mark Dadds, advirtió de que los efectos del rociador «pueden ser limitados».
La investigación halló que «en comparación con un placebo, la oxitocina no mejora significativamente el reconocimiento de las emociones, las habilidades de interacción social o el ajuste del comportamiento en general», dijo Dadds.
Estos resultados contrastan con los obtenidos por otros estudios que muestran los efectos positivos de este producto en la memoria social, el procesamiento de las emociones o los comportamientos repetitivos.
Dadds y su equipo de investigadores realizaron una prueba de control clínico aleatorio en 38 niños de entre 7 y 16 años.
A la mitad de ellos se les dio el rociador nasal de oxitocina durante cuatro días consecutivos y se les sometió a evaluaciones psicológicas, en presencia de sus padres, dos veces antes del tratamiento, inmediatamente después y tres meses más tarde.
En las evaluaciones se tomó en cuenta el contacto ocular con los padres, el grado de reacción, el lenguaje, la cordialidad, el lenguaje corporal positivo, los comportamientos repetitivos y el reconocimiento de las emociones faciales.
Según Dadds, el estudio sugiere que algunos pacientes podrían tener dañados los sistemas receptores de oxitocina, lo que explicaría por qué no funciona en todos los casos, y sugirió que las gotas nasales de la hormona se prescriban con cautela en los tratamientos de menores con autismo.
Fuente: EFE