Con o sin relleno, hecha con harina de trigo, integral, de papas, calabaza o verduras. Las pastas, las encontramos de distintas formas, tamaños y colores. Pero el secreto para que el plato quede sabroso está en la cocción.
Uno de los principales motivos para cocinar pasta es que rápidamente se puede preparar un riquísimo plato. Es importante elegir una pasta de buena calidad, ya que la de mala calidad termina pegajosa.
Aunque sea la opción más fácil de cocinar, la cocción de la pasta tiene su secreto.
¿Cómo cocinar la pasta?
1. Poca agua: es un error básico. Es importante ponerle suficiente agua, ya que la pasta necesita espacio para moverse, y para que no se pegue. Poné mucha agua a la olla.
2. Echar sal al agua: la recomendación es echarle sal cuando el agua esté hirviendo y acto seguido ponerla pasta en la olla para que ésta tome el sabor de sal. Si pones la sal al principio cuando echas el agua no tendrá el mismo sabor.
3. Añadir aceite o manteca al agua: para evitar que la pasta se pegue solo tenés que remover de vez en cuando. Si engrasás la pasta, harás que no se adhiera bien a la salsa.
4. Añadir caldo al agua: le quitará el sabor de la salsa.
5. Dejar mucho tiempo de cocción: lo normal es dejarla cocer de diez a 12 minutos para la pasta seca, y menos incluso para la pasta fresca.
6. No poner la pasta debajo del agua: se tiende a poner la pasta debajo del agua para enjuagarla después de la cocción. A la pasta se le queda una capa de almidón que ayuda a la salsa a que sea más espesa. Por eso nunca se debe de enjuagar.
7. Primero la salsa, después la pasta: no se puede cocinar la pasta y después preparar la salsa, ya que su cocción lleva más tiempo.
8. Cocinar de noche y comer de día: es otro error. Lo normal es cocinar la pasta y comérsela al instante ya que al día siguiente se convertirá en una masa con mucho menos sabor.