- diciembre 5, 2024
Con estos cuidados básicos, tus jazmines no solo florecerán, sino que llenarán tu hogar o jardín con su aroma característico y su belleza inigualable.
Los jazmines son plantas ornamentales conocidas por su fragancia embriagadora y sus delicadas flores. Con el cuidado adecuado, estas plantas pueden embellecer cualquier jardín o espacio interior. Aquí te compartimos las claves esenciales para mantener tus jazmines en óptimas condiciones.
Ubicación y luz
Los jazmines requieren abundante luz solar para florecer adecuadamente. Colócalos en un lugar donde reciban al menos 4-6 horas de luz directa al día. En interiores, ubícalos cerca de una ventana luminosa y asegúrate de rotar la maceta para que crezca uniformemente.
Riego y humedad
Mantén el suelo húmedo, pero no encharcado. Riégalos cuando los primeros centímetros de la tierra se sientan secos al tacto. Durante los meses más cálidos, es posible que necesiten riegos más frecuentes. Los jazmines también disfrutan de un ambiente húmedo, por lo que pulverizar agua en sus hojas ocasionalmente puede ser beneficioso.
La poda es fundamental para estimular el crecimiento y la floración. Realízala después del periodo de floración para eliminar ramas secas y moldear la planta. Fertiliza mensualmente durante la primavera y el verano con un abono específico para plantas con flores. Esto aportará los nutrientes necesarios para una floración abundante.
Control de plagas
Los jazmines pueden verse afectados por ácaros, pulgones y cochinillas. Inspecciona las hojas regularmente y, si detectas plagas, límpialas con agua jabonosa o utiliza un insecticida orgánico.
Cambio de maceta
Si cultivas jazmines en macetas, cámbialos a un recipiente más grande cada dos años para evitar que las raíces se compacten.