- abril 16, 2013
Lo llaman “bambú de la suerte” pero en realidad su nombre científico es Dracaena sanderiana y pertenece a la familia de las agaváceas. Aunque no tiene que ver con el bambú original su forma estilizada llevo a que se lo denomine popularmente así.
Normalmente se lo adquiere cuando oscilan los 10 centímetros pero puede llegar a alcanzar el metro. Su crecimiento es muy lento. A pesar de que su estado natural es una vara recta, últimamente también se lo encuentra en otras formas como un sacacorchos o un corazón, convirtiéndose así en material esencial de montajes florales más complicados.
Cuando se lo adquiere generalmente se venden por vara y en agua, aunque también pueden ser plantados en tierra. Podemos ubicarla en un jarrón de cristal para que se aprecie mejor y meter dentro de la misma agua y piedrecitas
Un dato extra
La tradición china asegura que tener una Dracaena en nuestro hogar trae la buena suerte y es motivo de energía positiva y de buenas vibraciones para la filosofía milenaria del Feng Shui.
Se recomienda situarla en el interior y que perciba con una luz indirecta. El jarrón elegido deberá llenarse hasta cubrir las raíces del Bambú. Es clave cambiarle una vez por semana el agua y en épocas muy frías cada 15 días.
Fuente: www.amatucasa.com.ar