El calabacín es uno de los alimentos habituales a la hora de realizar una dieta de adelgazamiento. Y es que esta verdura, además de poseer un alto valor nutritivo (es, por ejemplo, una buena fuente de vitaminas) aporta sólo 14 calorías cada 100 gramos.
Gracias a su bajo contenido en hidratos de carbono, este alimento es ideal para aquellas personas diabéticas; es más, debido a su escasa cantidad de sodio lo hace muy útil en la dieta de los hipertensos. Y por si sus bondades fueran pocas, su contenido en fibra vegetal y la presencia de semillas en su pulpa mejoran y favorecen el tránsito intestinal.
Trucos y consejos para aprovechar al máximo esta verdura.
- A la hora de elegirlos debes de escoger los que tengan la piel de color verde, bien brillante y sin manchas. Es preferible no comprarlos de un tamaño demasiado grande y su pedúnculo ha de estar bien firme.
- De modo general conviene pelarlos, pero si es fresco y muy tierno, no es necesario.
- Si los vas a rellenar córtalos a lo largo, vaciando las mitades con ayuda de una cucharita.
- Para cocinarlos se pueden hacer directamente en algo de materia grasa o cocerlos un par de minutos antes en agua hirviendo salada y luego prepararlos de la forma pensada (horno, revuelto, etc.).
- Cuando quieras que resulte un plato más decorativo, puedes probar a pelarlos “a bandas” alternas (una banda sí y otra no).
A continuación te dejamos una receta muy rica: