- agosto 4, 2013
La cantante ganó la última de las tres demandas interpuestas por su expareja, Antonio de la Rúa
Madrid, (EFE).- La semana no podría terminar de un modo más propicio para la popular cantante colombiana. Tras casi un año de pleitos con su antigua pareja, Antonio de la Rúa, el viernes el juez de California dio la razón a la “loba” más musical del siglo XXI, y desestimó el caso al considerar que el hijo del expresidente argentino Fernando de la Rúa tan solo intenta reclamar “un interés de sociedad” sobre los beneficios de Shakira.
“Estoy muy agradecida porque los tribunales no hayan permitido que estos juicios sin fundamento prosperen, yo he seguido con mi vida, me encuentro en un momento muy feliz y espero que pase todo esto”, declaró la artista en una nota de prensa.
De la Rúa ya había iniciado hasta tres demandas contra la intérprete del “Waka waka”, demandas que han sido rechazadas en sus respectivos juzgados, como señala un comunicado emitido por la agencia de comunicación Globally.es.
La relación sentimental entre Shakira y Antonio de la Rúa data de más de doce años, una década larga en la que la propia cantante estuvo dispuesta a casarse, como anunció en 2006, siempre y cuando su novio firmara un acuerdo prenupcial que lo desposeyera de derechos sobre la fortuna de su futura mujer.
Shakira y De la Rúa, del amor a los juzgados
Los rumores de boda se extendieron hasta tal punto que el propio expresidente argentino e hipotético yerno de la “rabiosa” tuvo que salir presto a desmentirlos, aunque estos no remitieron al paso de los años, y más aún, la sombra sobre la separación de bienes no dejó de planear, hasta el punto de que llegó a la luz pública el que la pareja ya tuviera firmada unas capitulaciones prematrimoniales.
Pero a veces el amor es ciego (y sordomudo), y la relación pronto se vio sin futuro: la pareja se separó a principios de 2011 en una época en la que empezaban a surgir habladurías sobre un posible romance con el jugador del F. C. Barcelona Gerard Piqué, conjeturas que llegaron a ser ciertas.
La separación, aparentemente amistosa, pronto dio paso a las primeras demandas del empresario, que en un principio negó a través de su abogado pero que Shakira confirmó con posterioridad, cuando su exnovio intentó congelar sus activos sustanciales tras alegar una previa relación comercial entre ambos.
Tres demandas
Como de costumbre, las caderas de Shakira no mentían, y pronto se hizo público que Antonio de la Rúa pretendía cobrar 100 millones de dólares por los años en los que trabajó como representante de la cantante, si bien la autora de “Estoy aquí” defendía que, para el momento en que contrató a su chico, ella ya era una artista significativa en el panorama musical del momento.
Los juicios comenzaron en julio de este año y ya en Ginebra la artista consiguió impedir el acceso a sus cuentas por parte de su exnovio, una victoria a la que ahora se suma la nueva sentencia californiana, sobre la que Shakira se siente “agradecida”.
A partir de este momento, no le deben quedar más preocupaciones a la cantante colombiana más que su trabajo en la administración Obama, el futuro de su carrera musical, su felicidad junto a Piqué y el cuidado del hijo de ambos, el recién nacido Milan.