Nicolas Cage está decepcionado con la forma en que la fama ha evolucionado desde sus comienzos en el mundo del cine, entre otros motivos porque hay gente que es famosa «por el simple hecho de serlo», una ambición que él jamás compartió pues su principal motivación para actuar fue la admiración que sentía por el talento del actor James Dean.
«Yo empecé a actuar porque quería ser como James Dean. Le vi en ‘Rebelde sin causa’ y ‘Al este del Edén’. Nada me había impresionado nunca así, ni el rock, ni la música clásica. Me encantó. Entonces decidí que yo quería hacer eso. Pero eso fue antes de que todo el mundo tuviera un ‘smartphone’, y de la llegada de las ‘celebridades casposas’, los que buscan ser famosos por el simple hecho de serlo. No me quejo, pero es un asco ser famoso hoy en día», explicó el actor durante su intervención el lunes en el festival South by Southwest en Austin (Texas).
Pese a su decepción, Nicolas Cage no ha llegado todavía al punto de plantearse su retirada de la vida pública -como hizo hace semanas su compañero de profesión Alec Baldwin-, y estrenará pronto la película ‘Tokarev’ junto a Rachel Nichols.