- noviembre 18, 2013
Jennifer Lawrence está empeñada en ser una chica normal, al menos todo lo normal que puede ser alguien que desde el comienzo de la década ha pasado del anonimato a ganar un Óscar y optar a otro, y su rostro empapela hoy paredes por todo el mundo como protagonista de «The Hunger Games».
La joven, de tan solo 23 años, reconoció a Efe que la vida de Hollywood no le resulta «apetecible», que le divierte tanto como ver un «reality» tumbada en el sofá de su casa donde trata, por todos los medios, de que sus visitas no se sientan «intimidadas» por su apabullante y repentina fama.
«Eso es lo último que yo quiero», comenta la actriz, sentada en una butaca en un hotel en Los Ángeles, relajada después de terminar con las entrevistas para televisión, quitarse los tacones y ponerse una ropa más informal y cómoda, más de acuerdo con su estilo personal.
«Siempre he sido de la forma que soy. Nunca he sentido que tuviera opción a ser de otra manera», asegura Lawrence, quien cree que su «tozudez» le ha ayudado a mantener los pies en el suelo y no dejarse arrastrar por la marea de la popularidad.
El pasado mes de febrero recibió la estatuilla de mejor actriz por su papel en «Silver Linings Playbook» («El lado bueno de las cosas»), apenas dos años después de su primera nominación por «Winter’s Bone», un premio que confirmó su fulgurante progresión y la puso de moda en la meca del cine, pero con el que no se identifica fácilmente.
«Lo metí en un armario junto al cuarto de baño, porque me hace sentir rara cuando lo miro. Me hacía pensar demasiado y no quería que la gente lo viera cuando estaba en mi casa. No quiero estar hablando de eso», explicó la intérprete, que finalmente optó por dejar que su madre custodie el dorado Óscar.
«Está en la casa de mis padres en Kentucky. Así ella puede sentirse especial y alardear ante los amigos», explica Lawrence que el día 22 de noviembre estrena la secuela «The Hunger Games: Catching Fire» («Los juegos del hambre: En llamas»), basada en una conocida saga literaria.
En el filme, su personaje, Katniss Everdeen, tiene que lidiar también con el mundo del espectáculo y jugar el papel que el público espera de ella, aunque detrás de las cámaras las cosas resulten irreales y falsas. Lawrence encuentra ciertos paralelismos entre la ficción de «The Hunger Games» («Los juegos del hambre») y la realidad de Hollywood.
«Recuerdo leer el primero de los libros cuando estaba pasando por mi primera temporada de premios. Tenía 19 años y (lo que leía) era como me sentía. Tenía que ponerme esos vestidos y estaba rodeada de personas que no sabía de lo que estaban hablando», cuenta la intérprete.
Al igual que Katniss Everdeen, Jennifer Lawrence ha ido aprendiendo de la experiencia, y ahora la industria del entretenimiento ya no le atemoriza.
«Ella (Everdeen) sabe cómo funciona y sabe cómo maniobrar. Es así como yo sobrevivo, no soy una rebelde completamente. Me muevo alrededor sin ofender a nadie», aclara.
En «Catching Fire» («En llamas»), la protagonista volverá a verse obligada a participar en un concurso televisivo a vida o muerte para divertimento de una sociedad en cuyos cimientos va tomando forma una revolución que ella está destinada a liderar, a pesar de sus reticencias.
A juicio de Lawrence, la película es más «física» y «emocional» que la primera entrega, la cual en 2012 recaudó globalmente casi 700 millones de dólares (519 millones de euros), y tampoco está falta de sentido del humor.
La secuencia más cómica del largometraje, cuando una de las rivales de Everdeen se desnuda sin complejos en un ascensor ante el pasmo de la protagonista, fue también la más complicada para la actriz.
«Tenía una intoxicación alimenticia y andábamos subiendo y bajando en el ascensor. Yo estaba devolviendo. Fue mi peor día en el rodaje. Woody (Harrelson) y Josh (Hutcherson) me veían vomitar, tenía una bolsa conmigo, y Woody decía que mis vómitos eran como los de un bebé. Yo quería terminar de una vez, así que no hicimos descansos», narra la joven.
Jennifer Lawrence estrenará en diciembre el drama «American Hustle», que ya suena para los Óscar, y en 2014 se la verá por partida triple en las secuelas «Dumb and Dumber To», «X-Men: Days of Future Past» y la tercera parte de «The Hunger Games»: «Mockingjay 1» («Los juegos del hambre: Sinsajo. Parte 1»). EFE