La popular actriz no ha perdido su humildad tras ganar el premio Óscar, pero no se salva de las burlas más cariñosas.
Aunque su reputación en la meca del cine no ha dejado de crecer desde que se hiciera con el Óscar a la mejor actriz protagonista por ‘El lado bueno de las cosas’ a principios de este año, la extrovertida Jennifer Lawrence sigue irradiando entre sus compañeros de rodaje la misma modestia y naturalidad de sus comienzos, lo que permite a los coprotagonistas de ‘Los juegos del hambre: en llamas’ dirigir sus bromas pesadas hacia ella cada vez que comete un error en el set de rodaje.
«Es muy divertido trabajar con Jennifer [Lawrence] porque no le importa que estemos metiéndonos siempre con ella por sus meteduras de pata. Cada vez que se le olvidaba una línea del guion, nos reíamos a carcajadas y le decíamos: ‘Vaya, creo que deberías ir devolviendo el Óscar’. Siempre fue el principal objetivo de nuestras inocentes bromas, pero ahora que es una actriz de renombre, nuestra fijación hacia ella no ha dejado de aumentar. Pero se lo toma muy bien», reconoció el actor Josh Hutcherson en conversación con la agencia BANG Showbiz tras el estreno de la película en Londres.
A pesar de su descarada actitud hacia la aclamada intérprete, la verdadera intención de Josh Hutcherson es la de insistir públicamente en que Jennifer sigue siendo la misma chica sencilla que conoció en el primer rodaje de ‘Los juegos del hambre’; una joven actriz cuyo éxito no le ha hecho perder la perspectiva en ningún momento.
«No trajo su Óscar al rodaje ni llegó con aires de diva, esa es la verdad. Jennifer sigue siendo la misma persona alegre y extrovertida de siempre, además de ser un portento como actriz», añadió Josh.