- diciembre 2, 2024
Evaluar las necesidades de tus pies y las características de tu entrenamiento será clave para evitar riesgos.
Hacer ejercicio descalza se ha vuelto una tendencia creciente en diversas disciplinas como yoga, pilates, entrenamiento funcional y danza. Sin embargo, ¿es realmente beneficioso o puede ser perjudicial para nuestra salud? Veamos algunos detalles.
Ventajas
Fortalece los músculos del pie: Estar descalza permite que los pequeños músculos de los pies trabajen más intensamente, mejorando su fuerza y estabilidad.
Mejora el equilibrio y la postura: Sin el calzado que limita el movimiento, los pies tienen mayor contacto con el suelo, lo que ayuda a afinar el equilibrio y adoptar una postura más natural.
Conexión con el entorno: En prácticas como el yoga, estar descalza favorece una mejor alineación corporal y una mayor conexión con el propio cuerpo y el suelo.
Previene lesiones por calzado inadecuado: Entrenar sin zapatillas puede reducir el riesgo de incomodidades o lesiones derivadas de usar un calzado mal ajustado.
Desventajas
Riesgo de lesiones: Si los pies no están acostumbrados, entrenar descalza en superficies duras o irregulares puede causar molestias, fascitis plantar o fracturas por estrés.
Falta de soporte: Personas con pies planos o arcos altos podrían necesitar el apoyo de un calzado especializado para evitar sobrecargas.
Condiciones del entorno: La falta de protección aumenta el riesgo de cortes, golpes o infecciones, especialmente en gimnasios o exteriores.
No todos los ejercicios son adecuados para practicarse sin calzado. Actividades de alto impacto como correr o saltar pueden ser exigentes para los pies. Si decides entrenar descalza, empieza de forma progresiva, escucha a tu cuerpo y considera el tipo de superficie donde lo harás.
En resumen, ejercitarse descalza tiene beneficios, pero no es ideal para todas las personas ni para todas las disciplinas.