- agosto 18, 2020
La epidemia de coronavirus llevó a replantear las prácticas sexuales, tanto en las parejas estables, en las que recién se inician, y en aquellas personas que están solas. La masturbación tuvo un aporte clave: los que nunca la abandonaron o los que innovaron, pudieron liberar endorfinas, hormonas que mejoran la percepción de bienestar y proporcionan placer.
La masturbación es un gran apoyo para la salud mental y es la práctica más segura, incluso usando juguetes sexuales, con las consiguientes medidas de prevención como la limpieza con agua y jabón antes y después de su uso. El placer sexual es de gran ayuda para sentirse mejor durante aislamiento, significa relajación y bienestar a todos los niveles, publica el portal TN.
Es una práctica que ayuda a vencer los pudores y los miedos respecto al propio cuerpo y a descubrir las zonas erógenas. Los hombres han tenido menos inhibiciones y pudores a la hora de hacerlo, a diferencia de las mujeres. Si bien existen muchos cambios en los patrones de género, todavía existen mujeres que no se lo permiten.