- enero 12, 2024
La directora da otra mirada a Elvis Presley desde el punto de vista de la que fuera su esposa y madre de su única hija.
Una de las películas que hoy pueden verse en los cines locales es “Priscilla”, la última película de Sofia Coppola en la que aborda la vida de Priscilla Ann Beaulieu Wagner, más conocida como Priscilla Presley, quién estuvo casada seis años con el legendario “rey del rock”.
A diferencia de Baz Luhrman, que filmó la vida del astro de la música y obtuvo 8 nominaciones a los Oscar, Sofía centró su película en Priscilla y desde su perspectiva, claro está, construyó parte de la vida del propio Elvis.
La mirada femenina de Sofia, hija del célebre Francis Ford Coppola (director de El Padrino y Apocalipsis Now), sigue a la viuda del ícono musical y su conflictiva relación con él. Recordemos se conocieron cuando ella tenía 14 años en la ciudad de Bad Nauheim, en Alemania, Elvis estaba haciendo el servicio militar y ella vivía con su madre y el marido de esta, un oficial de la Fuerza aérea.
La cinta cuenta con las actuaciones de Cailee Spaeny (Priscilla) y Jacob Elordi (Elvis Presley)
“Yo quería ponerme en sus zapatos y no juzgar, imaginar cómo fue para ella vivir estas situaciones, y creo que su libro fue muy descriptivo al narrar cómo fue entrar en Graceland por primera vez, cómo fue entrar en su habitación por primera vez, así que me dio mucho para trabajar y para pensar cómo mostrar eso visualmente y entender cómo se estaba sintiendo”, explicó la directora.
“Creo que mis películas se sienten conectadas, aunque no siempre es claro cómo. Me gusta hacer historias sobre la transición al crecer, cómo las niñas encuentran su identidad y se convierten en quienes son. Es un tema que me interesa y esta historia es mucho sobre eso, me impactó la fuerza de Priscilla y cómo ella se vuelve independiente en esta historia. Mis personajes luchan con eso y aquí ella tiene una transición liberadora, y las historias de mujeres me parecen interesantes”, alegó.
“Estaba muy agradecida de que Priscilla me confió su historia, fue mi primera experiencia con alguien que estaba vivo y podía preguntarle cosas, eso fue de gran ayuda, pero también es una gran responsabilidad para mí, porque quería que sintiera bien, así que fue la primera vez en la que tuve que balancear lo que yo quería con lo que ella quería y sentía. Aprendí mucho al poder preguntarle detalles, cómo se sentía y eso me ayudó a contar la historia. Y fue de mucha ayuda para Cailee, poder hablar con ella la ayudó a encontrar su esencia”.