- mayo 5, 2020
Al besarnos cerramos los ojos, la mayoría. Es un hecho, y no es por la razón que muchos pensamos. La idea de cerrar los ojos siempre se ha visto como una demostración romántica pero no es tanto así. Seguí leyendo.
¿Alguna vez besaste con los ojos abiertos? Quizás te guste mirar a tu pareja pero un estudio hecho en por un grupo de psicólogos de la Royal Holloway, Universidad de Londres, ha determinado que al cerebro le cuesta procesar más de dos cosas a la vez. En estos casos, nos referimos a las sensaciones, o sentidos.
Al momento del beso, al cerebro le cuesta procesar esta sensación si se está usando la capacidad cognitiva para visualizar y analizar lo que está pasando. Esto quiere decir que, al momento de besar, si tenés los ojos abiertos, será difícil que disfrutes de la sensación.
La capacidad táctil, o conciencia táctil va a depender, por lo tanto, de la capacidad de procesar en simultaneo 2 procesos distintos. Al comprobar esta hipótesis, los resultados arrojaron que el campo visual anula, de alguna manera, las respuestas al tacto.
Cuando nos centramos en una tarea visual, es posible que se reduzca la percepción de los estímulos en los otros sentidos. Es por eso que para besar, y sentir a plenitud todo lo que envuelve ese momento, cerramos los ojos.
De hecho, este no es el único momento donde cerramos los ojos. Para bailar o incluso tener relaciones sexuales, es necesario tener el tacto optimizado, y para que esto suceda, para que toda la concentración se dirija a este sentido, es necesario mantener los ojos cerrados.
Esto puede explicar por qué también cerramos los ojos para centrar la concentración en otros sentidos. Incluso cuando estamos pensando o recordando, ya que el campo visual podría distraernos cuando estamos realizando estas otras tareas.