Llevar a cabo un sueño significa dedicarte a aquello que te gusta y arriesgarlo todo, pero siempre con los pies sobre la tierra y con toda la ilusión, ganas, trabajo y el esfuerzo que puedas.
Cristina Boufleuher, emprendedora. Imagen cedida.
Por Nathalia Presentado
nathalia-presentado@aj.com.py
Un espíritu emprendedor implica tener iniciativa, innovación, creatividad, saber tomar decisiones y ofrecer siempre una respuesta positiva a la vida.
Es cambiar la mentalidad, el chip. Y es justamente lo que Cristina Boufleuher hizo desde que llegó a nuestro país hace cinco años y hoy nos cuenta en una entrevista con Ella cómo formó su microempresa Arte con papel.
Natural de una ciudad llamada Princesa del Oeste de Santa Catarina. «Llegué a Paraguay en el 2014 desde entonces me establecí en las Colonias Unidas en la ciudad de Bella Vista, Itapúa», cuenta.
Cristina tiene 34 años y además de ser emprendedora, es ama de casa. Emplea su tiempo completo realizando sus trabajos y cuidando de su familia.
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Para la emprendedora, todo comenzó como un pasatiempo. «Un día llegue a la casa de mi suegra y vi sobre la mesa muchos diarios viejos y se me ocurrió hacer algo para reciclar los papeles y de eso se trata lo que hoy en día hago», comenta.
Bolsos, canastos multiusos, cajas organizadoras, fruteras, paneras, veladores y hasta kit de mate y tereré son los productos que ofrece Cristina, todo realizado con papel diario y cartón reciclado, materiales que usa para tejer y forrar.
Dedicación, inspiración y cariño son las tres palabras que definen el motor para llevar delante su proyecto, según nos cuenta.
Cristina no cuenta con un local propio donde exponer sus trabajos, «tomo pedidos a través de las redes sociales y el servicio de mensajería Whatsapp y hago envíos a todo el país», añade.
Las redes sociales juegan un papel muy importante en el emprendimiento de Cristina. «Son el motor para mis ventas, a través de ellas llegué a mucha gente, lugares y países. Hay personas que llevaron mis trabajos a Brasil, Argentina, Chile, Perú, España y Canadá», cuenta orgullosa.
Los precios de los productos varían, según cuenta la emprendedora. Podemos encontrar un bolso matero por ejemplo, desde Gs. 130.000, un kit de mate desde Gs. 230.000, cajas organizadoras desde Gs. 40.000, fruteras desde Gs. 70.000 y los valores rondan de acuerdo al tamaño y la decoración.
Para terminar un pedido, Cristina tarda un promedio de 3 días, todo dependiendo del clima. «Necesito de mucho sol para el secado», afirma.
«La libertad de tiempo que empeño en él, no tengo horario fijo que cumplir, soy mi jefa y genero mi propio ingreso», esto es lo más lindo de ser dueña de su propio negocio cuenta.
Nuestra entrevistada afirma que sus productos son muy resistentes.
«Obviamente por estar echo de papel no recomiendo tenerlos en lugares húmedos por mucho tiempo. Si se mojan por lluvia u otra situación se puede secar con un trapito y listo no pasará nada. La vida útil del producto depende mucho del cuidado que cada persona le dé», manifiesta.
Por último, Cristina deja un consejo a todas las mujeres que deseen emprender o que ya han iniciado un proyecto. «Que se anime, que no tenga miedo de fallar, al principio todo cuesta pero con la persistencia y fuerza de voluntad llegan los premios.
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