- julio 10, 2014
La habilidad para las matemáticas y la lengua la determinan en buena medida los mismos genes, según un estudio publicado en «Nature Communications», que subraya, no obstante, la importancia del entorno para el desarrollo de la persona.
Científicos del King’s College de Londres, encabezados por Robert Plomin, utilizaron datos del llamado Estudio del desarrollo temprano de gemelos (Teds, en sus siglas en inglés) para ver la influencia de los genes en las habilidades de lectura y cálculo de niños de 12 años de 2.800 familias británicas.
El equipo hizo un seguimiento a gemelos, con genes compartidos, y a otros niños, a quienes hicieron pruebas de comprensión oral, fluidez verbal y matemáticas, conforme a las exigencias del sistema escolar británico.
La combinación de los resultados de estas pruebas y de los datos de ADN indicó que hay un «solapamiento significativo» de los genes que determinan la habilidad para la lengua y los números.
Aproximadamente la mitad de los genes que influyen en la habilidad lectora del niño incide también en su capacidad para las matemáticas, de acuerdo con el estudio.
No obstante, resalta que el entorno familiar y la educación escolar son claves para el desarrollo del menor.
«Los niños difieren genéticamente en cómo les resulta de fácil o difícil aprender y debemos reconocer y respetar estas diferencias individuales», afirma Plomin.
Según el experto, «haber hallado que hay una fuerte influencia genética no significa que no se pueda hacer nada cuando a un niño le cuesta aprender: que sea hereditario no implica que esté grabado en piedra, solamente significa que supondrá más esfuerzo a los padres y las escuelas para apoyar a ese alumno».
El estudio no identifica genes específicos que determinen esas habilidades, sino que más bien establece conjuntos de genes o de diferencias genéticas que individualmente contribuyen en pequeña medida a moldear a la persona.
Otro autor del estudio, Oliver Davis, del University College London, señala que la investigación «demuestra que grupos similares de sutiles diferencias de ADN son importantes para la lectura y las matemáticas».
«Sin embargo, también queda claro cómo es de importante nuestra experiencia vital en hacer que seamos mejores en una cosa o en otra», agrega.
Para Davis, «es la compleja interrelación entre naturaleza y entorno, a medida que crecemos, lo que nos hace quienes somos». EFE