- mayo 24, 2014
El beso entre ambos, contrario a las leyes islámicas, podría suponer para la intérprete una pena máxima de 50 latigazos.
El tribunal de Irán ha solicitado la flagelación pública de Leila Hatami por haber saludado con un beso en la mejilla a Gilles Jacob, presidente del Festival de Cannes. La actriz –protagonista de la película que ganó un Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2012, «A Separation»– acudió a la gala de inauguración del festival cinematográfico y cumplió con la tradicional forma de recibimiento occidental, algo que no ha sentado nada bien en su país de origen.
El beso ha desatado una oleada de comentarios negativos hacia Leila Hatami, sobre todo entre los seguidores de la organización islamista Hizbullah. Según ellos, la actriz ha quebrantado una de las normas que está en vigor en Irán desde la revolución de 1979, que postula: ninguna mujer puede tener contacto físico con un hombre extranjero. Además, Hatami también habría transgredido la ley islámica que impone que las mujeres tienen que cubrir su cabello, puesto que la actriz no había tapado del todo su cabeza y podía verse parte de su pelo.
Gilles Jacob, presidente del Festival, intentó defender a Leila alegando que el saludo con un beso es «una costumbre habitual en Occidente» y en su cuenta de Twitter escribió: «He sido yo quien ha besado a la señora Hatami. En ese momento ella representaba para mí todo el cine iraní. Después, volvió a ser ella misma». Sin embargo, el responsable de Cultura en Irán no ha sido benevolente con Hatami: «Sea artista o no, la mujer iraní es el símbolo de castidad y de inocencia. Una actitud inapropiada en el Festival de Cannes no es acorde con los principios religiosos», alegó.