- marzo 3, 2014
Cuando en el mes de enero empieza la temporada de premios en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, las estrellas de Hollywood hacen lo imposible para mostrar su mejor aspecto en las ceremonias de entrega de galardones como los Globos de Oro o los Oscars.
Son dos meses intensos en los que la prensa y el público analizan hasta el detalle más insignificante del look de los artistas y sus acompañantes, por lo que estos no escatiman esfuerzos para deslumbrar en la alfombra roja.
Muchos actores y actrices cuentan con estilistas que planifican qué trajes lucirán en cada gala. Además, es habitual que los diseñadores de moda les presten o regalen su ropa por la publicidad que obtienen con ello.
¿Y qué hacen los artistas para disimular o eliminar las imperfecciones de sus rostros? Además de las tradicionales operaciones de cirugía estética, los salones de belleza de la ciudad cuentan con un arsenal infinito de tratamientos rápidos que prometen, en muchos casos, algo parecido al elixir de la eterna juventud.
Hace años que se han popularizado las inyecciones de bótox y los rellenos dérmicos inyectables para, en un corto periodo de tiempo, suavizar las arrugas faciales y rejuvenecer la piel.
Pero los especialistas en medicina estética no dejan de innovar y la lista de tratamientos -cuyos resultados no han sido probados científicamente- no deja de aumentar.
El tratamiento facial del vampiro
Desde hace un tiempo, uno de los métodos más populares y exclusivos en los salones de belleza de Los Ángeles es el llamado tratamiento facial del vampiro, desarrollado por el doctor estadounidense Charles Runels.
Se lleva a cabo con la propia sangre del paciente y, según prometen los que lo practican, devuelve la luminosidad a la piel y elimina las líneas de expresión del rostro.
Para llevarlo a cabo, se extrae la sangre del paciente y se centrifuga para obtener un plasma rico en plaquetas que luego será inyectado en su rostro. Según los médicos que ofrecen este tratamiento, el plasma estimula la formación de colágeno, con lo que se consigue rejuvenecer la piel.
«Los Ángeles es la ciudad de la cosmética. No hay duda de ello. Hay gente que pide prestado o incluso roba para hacerse el tratamiento facial del vampiro», cuenta con humor el doctor Marc Darrow, quien desde hace meses ofrece este procedimiento en su clínica de Los Ángeles.
La placenta de oveja
Otro de los métodos que está de moda consiste en aplicar una crema hecha a base de placenta de oveja, que se complementa con una crema de células madre de origen vegetal.
El doctor Harold Lancer hace tiempo ofrece este tratamiento en su clínica situada en la exclusiva avenida Rodeo Drive del barrio de Beverly Hills. «El tratamiento reafirmante de células madre y placenta es uno de los métodos que utilizamos para que nuestros clientes estén listos con una alta definición», cuenta Lancer. «Ya sea placenta de animal, placenta humana o células madre provenientes de las plantas, hay células que producen proteína y eso hace que la piel gane vitalidad. Es un tratamiento nutritivo», explica.
Excremento de ruiseñores o “Facial de Geisha”
Decenas de personas acuden una vez al mes a recibir este tratamiento que cuesta alrededor de 180 dólares la sesión, y que consiste en que les apliquen en el rostro excremento de un pájaro japonés.
El lujoso salón para el cuidado de la piel Shizuka, localizado en la Quinta Avenida, es uno de los lugares en los cuales se ofrece el servicio que promete dejar el cutis suave y radiante. La propietaria del salón, la japonesa Shizuka Bernstein, lleva cinco años aplicando el denominado “Facial de Geisha” en la Ciudad de Nueva York. Explica que el excremento del ruiseñor asiático es mezclado con fibra de arroz y luego se aplica en el rostro de los clientes. Además de la suavidad, una enzima contenida en el excremento del ave tiene el efecto de exfoliar como nada la piel.
Aunque hay quienes creen que el excremento de cualquier ave vieja, como las palomas, puede ser utilizado, Bernstein aclara que sólo funciona el del ruiseñor japonés porque éste sólo se alimenta de semillas que son las que generan la enzima maravillosa en la “caca” del pájaro.
“Nosotros no hacemos faciales de Central Park” -comenta en broma la mujer- “porque esos pájaros lo que comen es basura”.
Como todo facial, el de la Geisha comienza con vapor para abrir los poros y suavizar la piel. Se aplica crema y luego se procede a vertir el «elemento mágico» sobre el rostro. ¿Apesta? No. Realmente huele a arroz tostado. Cinco minutos después de que se aplica el excremento, la profesional lo remueve con un limpiador espumoso. Al culminar, los clientes afirman estar satisfechos porque su rostro está extremadamente suave.
Estos son sólo tres de los múltiples tratamientos que ofrecen las clínicas de estética estadounidenses. La cuestión es que en muchos casos, la efectividad de este tipo de procedimientos no ha sido comprobada mediante un estudio clínico riguroso y no ha sido avalada por las autoridades sanitarias correspondientes.
«El problema en la actualidad es que no tenemos pruebas de cuán efectivos son tratamientos como el facial del vampiro o el de placenta», señala Gregory Evans, de la Sociedad de Cirugía Estética de EE.UU.
Pese que no está comprobada su efectividad, los ricos y famosos están dispuestos a pagar miles de dólares en estos tratamientos para lucir su mejor rostro en un día tan señalado como el de la ceremonia de entrega de los Oscar.