Los cambios bruscos de temperatura, presión y humedad pueden provocar alteraciones en el sistema nervioso y generar una mayor predisposición a sentirse deprimido.
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En tiempo de lluvia solemos estar melancólicas, a otras les toma por estar romanticas y están las mujeres que disfrutan de la lluvia. Lo mismo pasa con un día caluroso, los nervios están a flor de piel, o simplemente disfrutamos del sol radiante con un buen tereré.