Lucite y sorprendé con una pizza, pero qué tal si preparas la masa vos misma, para eso te dejamos la receta, sencilla y fácil.
La receta de masa casera para pizza es fácil, barata y sencilla. Es un preparado ligero de pan entreverado con aceite de oliva y los demás ingredientes solicitados.
Los niños adoran este tipo de comida, aunque su consumo no es recomendable todos los días, de vez en cuando alegrá la mesa, que tus hijos te van a agradecer.
Si quieres ahorrar y comer rico, innová la masa de pizza tradicional con la masa casera de directoalpaladar.com.
Necesitás
- 200 gramos agua, (una taza y media)
- 300 gramos de harina
- ½ cucharadita de sal
- Un sobre de levadura seca de panadería (o 20 gramos levadura fresca)
- 15 gramos de aceite de oliva
- semolina (opcional).
Preparación
- Mezclá la harina con la sal y la levadura granulada en un recipiente amplio.
- Hacé un hueco en el centro, añadí el agua templada y el aceite de oliva.
- Remové bien con un tenedor hasta que quede la masa lisa que se desprenda de las paredes del cuenco.
- Pasá a una mesa enharinada o mejor espolvoreada con semolina (sémola de trigo de molido muy fino).
- Amasá para que el preparado quede elástica. Para ello aplastá y estirá la masa con la base de la mano derecha, doblá la masa por la mitad y presiona de nuevo con la base de las dos manos. Repetí el proceso de forma continuada durante cinco minutos.
- Espolvoreá de vez en cuando un poco de harina o semolina en la mesa de trabajo y en las manos, para que no se pegue mucho, siempre en pequeñas cantidades para no endurecer mucho la masa.
- Para que quede elástica procedé al refinado de la masa. Para refinarla aplastá la masa, girándola y dando forma alargada sobre la mesa.
- Uní los extremos y amasá con los puños hasta fusionar el conjunto. Repetí el proceso de amasado y estirado durante cinco a diez minutos.
- Para que la masa quede lisa y elástica poné en un cuenco amplio ligeramente aceitado. Cubrí con film transparente o con un trapo limpio y dejá fermentar en sitio cálido durante 30-40 minutos, o hasta que doble su volumen. En invierno puede tardar más tiempo, según la temperatura ambiente.
- Una vez fermentada, pasá a la mesa enharinada y aplastá la masa con los puños suavemente para eliminar el exceso de gas formado en el interior.
- Cortá en dos o tres porciones y estirá la masa con rodillo sobre la mesa, hasta que quede fina, máximo unos tres o cuatro mm de grosor, dependiendo del resultado final que buscás.
- Si querés una pizza crocante dejá reposar la masa en una bandeja de horno espolvoreada de semolina durante 10 minutos,
- Por último pone el relleno o ingredientes que quieras (tomate en rodajas o triturado, mozzarella, anchoas, aceitunas, etc), regá con un hilo de aceite de oliva virgen y horneá a horno de 250º-290º por unos 10 minutos, o hasta que quede crujiente y dorada.