- noviembre 19, 2024
El dulce de leche es uno de los dulces más emblemáticos de América Latina. Este manjar, conocido también como arequipe, cajeta o manjar blanco, tiene un sabor inconfundible que lo convierte en el protagonista de múltiples postres, desde alfajores hasta tortas y helados. Aunque su origen es motivo de debate entre varios países, su popularidad es innegable en todo el mundo.
Una de las leyendas más populares señala que el dulce de leche fue descubierto en Argentina en 1829, durante una reunión entre los líderes Juan Manuel de Rosas y su opositor, Juan Lavalle. Según esta historia, una criada habría olvidado una mezcla de leche y azúcar en el fuego, lo que dio como resultado este dulce acaramelado. También tiene presencia en otras regiones de América Latina y Europa. En Francia, un postre similar conocido como confiture de lait existía desde el siglo XIV, lo que sugiere que la técnica pudo haber llegado al continente americano durante la colonización.
Países como Uruguay, Chile y México también reivindican su creación bajo diferentes nombres: cajeta, arequipe o manjar blanco. Su elaboración siempre ha estado ligada a ingredientes básicos como leche y azúcar, y a técnicas caseras que lo hicieron accesible para todas las clases sociales.
Hoy en día, el dulce de leche en un símbolo gastronómico y un producto exportado a nivel mundial. Desde su uso en alfajores hasta su protagonismo en postres gourmet, este manjar sigue deleitando paladares y manteniendo su lugar como parte esencial de la cultura latina.
Prepararlo es más sencillo de lo que parece. Solo se necesitan unos pocos ingredientes y paciencia para lograr esa textura cremosa y sabor acaramelado tan característico.
Receta casera de dulce de leche
Ingredientes:
1 litro de leche entera
300 g de azúcar
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Preparación:
En una olla grande de fondo grueso, mezcla la leche y el azúcar.
Calienta a fuego medio, revolviendo constantemente, hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Agrega el bicarbonato de sodio y mezcla bien. Esto ayudará a que la mezcla tome el color dorado característico del dulce de leche.
Cocina a fuego bajo, revolviendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo de la olla.
Después de aproximadamente 1-2 horas, la mezcla comenzará a espesar y a tomar un color más oscuro.
Cuando alcance la consistencia deseada (ni muy líquida ni muy espesa), retira del fuego y añade la esencia de vainilla, si deseas.
Deja enfriar antes de guardarlo en un frasco esterilizado.