- agosto 28, 2013
El cocinero británico Jamie Oliver, estrella de Tv de su país, generó una gran polémica al referirse sobre la alimentación de los pobres.
«Siete veces de cada diez, las familias más pobres en este país escogen el modo más caro de hidratarse y alimentarse. Las comidas precocinadas, los alimentos de conveniencia», afirmó Oliver, de 38 años, a la revista británica Radio Times.
«No quiero ser moralista, pero he pasado mucho tiempo en comunidades pobres», añadió el cocinero, que estos días promociona su nuevo programa en el canal británico Channel, «Jamie’s Money Saving Meals» («Las recetas para ahorrar de Jamie»).
Oliver señaló que cuando observa a personas gastando dinero en platos precocinados desearía presentarles a un «barrendero siciliano que con 25 mejillones, 10 tomates ‘cherry’ y un paquete de espagueti de 60 peniques prepara un plato de pasta alucinante».
Las declaraciones de Oliver han movilizado organizaciones como el Grupo de Acción contra la Pobreza Infantil (CPAG), que ha subrayado que los bajos ingresos pueden suponer una «barrera para una alimentación saludable».
Imran Hussain, portavoz de la organización, sostuvo que «según las estadísticas, los padres de niños pobres tienen menos posibilidades de comprar fruta fresca para sus hijos». «También sabemos que cuando los ingresos de una familia crecen, comienzan a gastar más dinero en alimentos saludables», señaló Hussain.
La responsable del departamento de Campañas de «Save the Children», Helen Berresford, apuntó por su parte que «en estos tiempos económicamente difíciles muchos tratamos de ahorrar dinero y obtener más por un poco menos».
«Es importante que no perdamos de vista la dura realidad en la que viven tantas familias con bajos ingresos, que hacen todo lo que pueden y se enfrentan a los altos precios de los alimentos y a las facturas energéticas cada vez más altas», afirmó Berresford.