Esta es una preparación muy sencilla y rápida de hacerla que además podés usarla en muchísimos postres.
El almíbar es una preparación muy fácil de hacerla, a base de azúcar y agua, que normalmente lo usamos en postres caseros y en repostería en general.
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Puede ser espeso y denso o bien algo más ligero. Además, podés agregarle también otros ingredientes que puedan aportarle otros aromas.
Como norma general, según el portal 65ymas.com, debes usar como ingredientes, la misma cantidad de agua que azúcar. Por ejemplo, para medio litro de almíbar, necesitas 500 ml. de agua y ½ kilo de azúcar. Tendrás que poner el agua al fuego y, cuando esté templada (sin que hierva) añadir el azúcar, removiendo hasta casi su total disolución. Debes intentar evitar que el azúcar pueda calentarse en exceso y llegue a quemarse o a caramelizarse (no es el objetivo).
Una vez transcurridos los minutos de cocción, el preparado se debe dejar enfriar en un recipiente de vidrio y, en teoría, estaría listo para utilizar como quieras, por ejemplo vertiéndolo sobre un bol de saludables frutas para obtener una rica macedonia, o esparciéndolo sobre un bizcocho, para que te quede bien empapado y más jugoso.