Comer poco al mediodía o, saltear esta comida, repercute negativamente en el rendimiento y estado general.
Como nos sucede a casi todos los que estamos fuera de nuestras casas a la hora del almuerzo, el mediodía resulta un momento inoportuno para andar pensando con qué alimentos nutrirnos. Pero ¿cuántas veces nos dicen que “el almuerzo no debe saltarse; es junto al desayuno la comida más importante del día”? Entonces, inevitablemente, caemos en la preocupación sobre qué comer.
Las comidas que debemos elegir:
Fuera de casa:
• Preparar comida extra la noche anterior para llevar.
• Sándwiches de pan de molde, rellenos con fiambre bajo en grasa (jamón natural, queso descremado), carnes fileteadas (pollo, atún, carnes rojas) lechuga, zanahoria rallada, huevo duro.
• Ensaladas hechas con alguna carne o huevo duro o queso, verduras y algún arroz, cous cous o cereal. Combinar los tres grupos alimentarios con cantidades similares de cada uno.
• Carnes magras grillé o al horno con una ensalada de verduras o verduras hervidas.
• Papas hervidas con cáscara.
• Tartas de verduras, esporádicamente. En general, están hechas con mucho contenido graso.
• Pastas simples, no rellenas (salvo que sean de buena calidad, con rellenos de verduras) con una salsa liviana pomarola o con aceite crudo.
En el hogar:
Tratar de combinar los tres principios nutritivos dentro del mismo plato (las fibras por medio de los vegetales; las proteínas por medio de las carnes, quesos y huevos, todo bajo en grasas; los carbohidratos por medio de arroz, harinas, masas, pastas, cereales, granos, legumbres).
La idea es consumir un poquito de cada uno para tener una alimentación completa y balanceada. Así, cada nutriente cumplirá su función en el organismo:
• Las proteínas nos dan saciedad (sensación de estar lleno) y sirven para formar estructuras (tejidos, músculo, más proteínas).
• Los carbohidratos, para darnos energía rápida al cerebro y a nuestros músculos y para darnos reserva de energía en el hígado para cuando la necesitemos rápidamente.
• Las fibras, para regularizar la función intestinal, para proveer de micronutrientes y para darnos saciedad.
• Las grasas, para aportar las vitaminas esenciales que nuestro cuerpo no puede auto-producir. Con una pequeña cantidad, es suficiente.
Fuente: www.revistabuenasalud.cl