Delimitá un horario
Aunque puede ser tentador responder los emails fuera del horario de trabajo, hacé lo posible por atenerte a un horario definido. En vez de responder desde el celular, esperá hasta que comiences tu jornada de trabajo en tu escritorio.
El teléfono
Si recibís llamadas o tenés una conferencia telefónica programada, enfocate con toda tu atención. Cuando estás hablando hacé sólo eso. Evitá lavar la ropa, lavar los platos, y comer durante las llamadas. No camines mientras hablás por teléfono. La respiración agitada puede hacer que suenes distraída o nerviosa.
En casa
Puede que parte de tu trabajo requiera que te encuentres con clientes. En primer lugar tenés que tomar en cuenta lo siguiente: ¿Hay otras personas en tu casa durante el día?, ¿qué parte de la casa deben recorrer los clientes antes de llegar al escritorio?, ¿es fácil llegar y estacionar en tu casa?, ¿tenés alguna mascota que pueda causar molestias?
¡En casa no!
Si no podés recibir a tus clientes en tu casa, investigá cuál es el mejor lugar para encontrarte con ellos. Considerá un restaurante, un hotel o una confitería. Siempre visitá el lugar antes de invitar a los clientes. Prestá atención a la atmósfera del lugar, incluyendo el barrio, la iluminación, la clientela, la comodidad y el ruido.