Limpiar el ropero de lo que ya no nos queda, porque nuestra figura cambió o porque ya no forma parte de nuestra vida, debería ser el primer paso para revisar nuestro estilo.
Liberar nuestro ropero de pertenencias que no guardan relación con lo que somos hoy es un acto sumamente liberador, nos ayuda a conectarnos con nuestro presente, ver mejor las ropas que nos sentimos identificadas, y darle versatilidad a nuestro ropero y a nuestra vida.
Pero, también, nos deja con un montón de ropas con las que no sabremos qué hacer, por eso para resolver este problemita de cama desbordada de ropa, les dejo algunas sugerencias:
Un paso adelante: seguramente encontraremos una cantidad de ropas que nos llevará a preguntarnos: ¿Cuándo esta ropa (o accesorio) se identificó conmigo? Para no volver a pasar por la misma situación, es importante primero que nada conocernos, y en segundo lugar, evitar salir de compras cuando estemos en nuestros días… o en algún momento emocional delicado.
Por otro lado, si encontramos en nuestro ropero, ropas que no usamos en los últimos dos años, podemos pensar en regalarle a una amiga, una pieza que es dada con cariño, mientras conversan y se ponen al día y expresar un: “Esto te va a quedar mejor a vos que a mí” (no va a ser tomado como una mala intención).
Vender: ahora bien, si una remerita tuvo un gasto considerable, y sigue con etiqueta, es natural querer recuperar lo invertido, al final nos estaremos deshaciendo de algo que compramos sin pensar.
Si tenemos más de una ropa impecable también podríamos armar grupos en las redes sociales a través del celular, hacer un blog con fotos y divulgar entre las amigas.
Donar: la acción más noble que podemos hacer es donar las ropas en buen estado, para que otras personas les den un mejor uso, y, en esta época del año, donde está llegando de a poquito el frío, casi todas las instituciones de caridad aceptan la donación de ropas en buen estado.
Reinventar: Si una ropa está un poco pasadita de años, gastada, desteñida, rota, pero tiene un lindo bordado o una linda estampa, podemos quitar la estampa y bordarla en una básica, usarla detalles de una almohada, coserlas a una cartera o hasta en el cabello.
Lo más importante es que sigamos construyendo un ropero más ético, por un mundo más humano.