Participá en la elección del restaurant y elegí preferentemente el lugar que ya conozcas, donde puedas elegir alimentos que formen parte de tu plan de alimentación.
Ante todo, preparate mentalmente. Porque una vez llegues al restaurant tanto los amigos y el personal del lugar probablemente traten de convencerte de que te salgas del plan, si ya antes pensás en los beneficios de no salirte, es mucho mas fácil. Acordate de esto: la recompensa de comer algo muy calórico es solo momentánea, en cambio la recompensa de comer algo rico, pero dentro del plan es mas duradera!!
Al llegar al restaurant, sentate en una posición que permita que tu cuerpo se relaje para así poder disfrutar de la comida y evitar estar ansioso.
Ordená primero, si es posible, antes que los que hayan ido a comer con vos. De esta manera no estarás influenciado por lo que los demás elijan
Al momento de ordenar tenés tres opciones:
1. preguntale al mozo sobre los ingredientes, sabores, y formas de preparación de los platos del menú.
2. solicitá algo que hayas decidido previamente sin mirar el menú
3. mirá el menú y elegí algo que te parezca adecuado
4. Elegí el tamaño de la porción según te convenga. Muchos restaurantes ofrecen ½ porción
Si la porción que ofrecen los menús del restaurant te parecen muy grandes para vos, recordá que tenés opciones. Vos controlás el tamaño de la porción de acuerdo a lo que ordenás y podés también compartir el plato con alguien. Por otro lado si pedís un plato que no podés terminar, no te fuerces a hacerlo, ya que nadie se beneficiará directamente de ello y tampoco será bueno para vos.
Mientras esperás que llegue la comida, pedí la bebida para irte llenando y también una ensalada de entrada condimentada con vinagre, limón, aceto balsámico.
En el momento de servirte, podés transformar tu cena de hoy en tu almuerzo de mañana. La mayoría de los restaurantes envuelven la comida que sobra para que la lleves a tu casa, esta es también una manera de ahorrar tiempo en tu próxima comida. Antes de que te sirvan en el plato, pedile al mozo que separe la mitad para llevarte a tu casa.
Trata de evitar las bebidas alcohólicas. Como el alcohol no tiene lugar de reserva en el organismo, nuestro cuerpo tiene que deshacerse de él, oxidándolo. La capacidad de oxidación del cuerpo es limitada, de manera que al consumir alcohol gasta gran parte de su capacidad de oxidación y por eso las grasas, que si tienen un lugar de reserva en el cuerpo… se guardan.
Mientras comés, es importante que prestes atención a la cantidad de comida que cargás en el tenedor. Es recomendable que mastiques bien los alimentos antes de tragarlos y que comas lento, no te olvides que el cerebro tarda un buen tiempo en enterarse que estamos comiendo!!
Acordate, bajar de peso no tiene porque ser aburrido o monótono. Salir a comer es un buen momento para probar cosas nuevas. Y disfrutá!, llevá tu paladar a una aventura de prueba de sabores: ordená algo que nunca hayas probado antes o que usualmente no comés en tu casa.
Saboreá cada mordizco y disfrutá de la comida de la manera más tranquila posible. Si comés con otros, disfrutá del momento social. Lográ que sea una oportunidad para relajarte junto a tus amigos o tu familia.
Fuente: Complete Food and Nutrition Guide, Chapter 14, Your Food Away from