La parte más importante de cualquier figura es el rostro, ya que es a través de él que miramos con los ojos, intentamos entender a los demás y al mundo, es con él que hablamos y donde miramos cuando interactuamos.
Entonces cobra sentido que todo lo que esté cerca del rostro, es lo más percibido, y más recordado por las personas.
Por eso, si repetimos el mismo pantalón una semana y combinamos esta prenda con siete remeritas diferentes parecen looks nuevos todos los días. Pero, por el contrario si usamos por siete días la mismísima remerita pero pantalones diferentes, parecería que usamos el mismo look toda la semana.
Y es por esta percepción que te invito a crear juntas algunos cálculos con las prendas, logrando así versatilidad: siete partes de arriba (vale blusas, cárdigan, remeras, camisas, saquitos) para cada parte de abajo que tengas (enterizos, vestidos, cuentan como parte de abajo) ya que vas a poder añadirle camisas, camperitas, sacos arriba y así lograr looks diferentes.
Para hacer durar lo que ya tenemos es solo necesario poner en práctica nuestra súper capacidad de versatilizar ropas, y lograr un ropero que funcione con más partes de arriba que de abajo.
Y esta es una buena pregunta para plantearnos ante las liquidaciones: Qué necesito más, ¿partes de arriba o de abajo?
A lo largo de estos encuentros semanales venimos viendo que el ropero no sólo sirve para guardar ropas, sino partes de nuestras vidas, en forma de prendas, se guardan recuerdos, y nuestra esencia.
Y porque está todo esto guardado ahí adentro, vale dejar espacios y posicionarlos más o menos así: el compartimiento que esté a simple vista para acomodar lo que se usa más, y organizarlos por piezas, pantalón con pantalón, camisa con camisa, remera con remera, falda con falda, o sirve también agrupar todas la partes de arriba, todas las partes de debajo de preferencia bien cerquita unas de otras para visualizar posibles combinaciones entre ellas.
Si tenés un uniforme muy rígido de trabajo, tipo trajecitos, podrías separar también tus prendas en formal, informal, casual, social, de trabajo, para fines de semana, para descansar. Así mismo mantener las partes de arriba bien cerca de las de abajo para facilitar combinaciones.
Nuestras mamás siguen teniendo razón, es importante ordenar nuestras prendas, porque un ropero ordenado y sin excesos, de verdad facilita la vida y el vestir.