- junio 23, 2014
Estar siempre de aquí para allá ocasiona el desequilibrio alimenticio. En la nota te contamos los peores hábitos a los que uno está acostumbrado.
– Hacer pocas comidas y en grandes porciones:
Lo ideal es no saltarse ninguna comida y realizar por lo menos cuatro al día, la cena debe incluir algún hidrato saludable: arroz integral, legumbres, fideos integrales, alguna proteína (pescado, pollo, huevo) y acompañado con algo de vegetales.
– Dejar la comida de la noche como premio:
La cena es preocupación de muchos, no solo que quieren cuidar su peso, suelo escuchar «dejé de cenar porque me estoy cuidando» sino también es el horario de «pecar» luego de un día agitado con mucho trabajo.
La cena engorda y en realidad hay que tener en cuenta que durante la noche mientras dormimos el metabolismo disminuye en un 10 a 12 por ciento nada más. Nos aumenta de peso el hecho de comer desordenado, el sedentarismo, no comer suficiente fruta y verdura y comer más cantidad de la que quemamos.
Es muy importante que podamos organizar esa comida sin improvisar y dejar a último momento para comer algo, ya que esto hace que uno pierda el control y asalte lo primero que se tiene a mano. Cambiá la comida rápida y comprada por comida hecha en casa y saludable.
– No consumir las cinco porciones de frutas y verduras diarias
¿Pueden creer que 2,7 millones de muertes al año son a causa de un bajo consumo de frutas y verduras? La recomendación es el consumo de tres frutas y dos verduras al día y no llegamos ni a la mitad.
Una alimentación que se componga de frutas y verduras y sea completa y balanceada nos asegura y nos garantiza una mejor calidad de vida, feliz y productiva. El consumo de frutas y verduras no solo nos ayuda a prevenir la aparición de enfermedades sino a mantener un peso sano.
El sedentarismo
- Las actividades cotidianas nos ayudan a quemar calorías y a mantenernos sanos.
- Usá las escaleras, ordená tu casa y jugá con los chicos.
- Para salir del sedentarismo necesitamos dar 10 mil pasos al día, o caminar por 30 minutos cinco días a la semana.
Beneficios de la actividad física:
– Aumenta la masa muscular
– Disminuye la grasa
– Disminuye el riesgo de enfermedades
– Fortalece los huesos
– Da resistencia y energía
– Mejora el humor y da sensación de bienestar
– Disminuye el estrés
– Mejora la corordinación y la flexibilidad
– Aumenta la inteligencia cognitiva y memorial
– Comer por hambre emocional: ansiedad
En muchos casos este es «el motivo» de que aumentemos de peso a pasos agigantados, es conveniente que podamos diferenciar cuando comemos por hambre emocional.
– Existen dos tipos de hambre: el hambre emocional y el hambre física o real
El hambre emocional comienza repentinamente; el hambre física ocurre gradualmente. Cuando está comiendo para calmar un sentimiento no importa si su estómago está lleno o vacío, solo necesita comer. Y en este caso elige una comida específica y no le satisface cualquier alimento. Cuando come porque realmente tiene hambre física, está abierta a todas las opciones.
El hambre emocional necesita ser satisfecha inmediatamente con el alimento que desea; el hambre física puede esperar. El comer emocional incluye siempre sensaciones de culpa; el hambre física, no.