Este producto de la naturaleza es un excelente paliativo para la cosmetología y combinándolas correctamente con otros elementos naturales son excelentes para moldear la figura, para la celulitis, flacidez y estrías al aplicarse sobre la piel.
Viviendo en Paraguay, desde que a mi querido novio Cesar le descubrieron un cáncer en los ganglios, me involucré de sobremanera con todo o relacionado con las terapias naturales.Así fue que me encontré con el barro medicinal, lo conseguíamos en Areguá , ese barro negro extraído de los manantiales y tajamares.
Un día por un chequeo, mi ginecólogo de entonces el Dr. Arnaldo Acosta había descubierto por medio de una ecografía un tumor de 14 cm de diámetro en uno de mis ovarios. Evidentemente no quería operarme, no recuerdo el porqué, el caso es que aposté por el barro.
Cada noche colocaba una mascarilla de barro debajo del vientre y lo envolvía en una toalla, así dormía… lo hice por 22 días. Al cabo de ese tiempo, después de otra ecografía el tumor se había esfumado… ¿Qué sucedió? Bien, el barro absorbe todo el mal que tenemos en el organismo.
Su aplicación y elaboración es todo un éxito por el poder para depurar, descongestionar, desinflamar, desintoxicar, regenerar y destencionar, es un excelente paliativo para la cosmetología y combinándolas correctamente con otros elementos naturales son excelentes para moldear la figura, para la celulitis, flacidez y estrías al aplicarse sobre la piel.
Se equivocan quienes piensan que la arcilla puede infectar el organismo. Todo lo contrario, es uno de los más poderosos antisépticos y bactericidas que existe. La arcilla húmeda actúa impidiendo el desarrollo de elementos patógenos y favoreciendo la regeneración celular. Sólo tenés que ver la asombrosa rapidez con que curan y se cierran llagas, heridas y úlceras, después de aplicar emplastos de arcilla.
Es un potente cicatrizante, regenerando la piel sin dejar apenas señal de alguna herida. Gracias a su porosidad tiene un gran poder de absorción. Es capaz de absorber gran cantidad de calor y de atraer hacia sí cuerpos extraños depositados bajo la piel, logrando que sean expulsados.
Una arcilla de buena calidad contiene sales minerales como: sílice, fosfato, hierro, calcio, magnesio, sodio, magnesio, manganeso, potasio, zinc, elementos que son bien absorbidos por el organismo. La tierra contiene sustancias vitalizantes de la propia Madre Tierra por ello sus propiedades medicinales, energéticas, magnéticas, eléctricas y solares.
Dependiendo del lugar de donde es extraído la arcilla contiene una enorme cantidad de minerales y una energía positiva extraordinaria que llega a sorprender en su utilización.