Por Antonella Roveglia
Psicóloga Clínica y Educadora Sexual.
Sabemos que es aquella palabra tan valorada pero tan compleja a la vez. De origen griego, <orga> cuyo significado es hervir o arder, es justamente lo que experimenta la persona que lo atraviesa. Existe el deseo de generar esta sensación de máximo placer en todo hombre o mujer que está próximo a tener un encuentro sexual. Sin embargo, se presentan muchas dudas con respecto a cómo “asegurar” un clímax en nuestra pareja sexual, inclusive pareciera que si no se concreta, nada de la escena erótica ha valido la pena.
Dentro de las tres fases del acto sexual, el orgasmo es la última y expresa la respuesta sexual. Una sensación placentera que ocurre tras la liberación de la tensión o excitación a nivel físico pero también psicológico.
La respuesta sexual no se puede relacionar solamente a la estimulación física, dado que también es significativo el vínculo emocional con la pareja, la autoestima y sin desmeritar los pasos previos al coito. El orgasmo está regulado por los centros nerviosos ubicados en el cerebro y se relaciona con la liberación de varias hormonas sexuales que preparan los órganos sexuales para el acto y promueven el auge tensional. Con todo esto explicamos que el orgasmo, no es simplemente un efecto que se produce de manera mágica, ya que se ven involucradas varias áreas de la conciencia pero también de la subconsciencia y son estas áreas que necesitan activarse para poder alcanzarlo.
Es importante quitarnos el mito que solo a través de la penetración se puede llegar a un orgasmo, inclusive muchas mujeres olvidan la importancia de la estimulación oral y otras estimulaciones en zonas erógenas igual de excitables como la vagina y que funcionan como un vehículo óptimo para el encontrar el clímax.
Aunque algunos consideren como una fantasía, el multiorgasmo es otra arista que abordar, ya que hay mujeres que son multiorgásmicas y otras que lo son pero no lo saben. Cuando una mujer consigue estar en clímax por un periodo extenso o en varios episodios seguidos, denominamos multiorgasmo. Esto no es solo el privilegio de algunas mujeres ya que todas tienen la condición para vivir este estadio placentero. Para favorecerlo, tanto hombres como mujeres deben conocer que áreas son las predilectas para el disfrute femenino, el clítoris, el punto G, muchas veces son desconocidos, inclusive a nivel fisionómico. Obtener la excitación máxima debe ser el resultado del autoconocimiento y el vínculo con la pareja. Conocerse y conocer al otro no pueden faltar, y a pesar de que se olvida cuan importantes son todas las fases del encuentro, como el deseo, y la excitación para encontrar el gran O se impone mucha presión si uno de los dos no lo obtiene.
A partir de aquí, quiero promover en las lectoras, que nunca es tarde para empezar a disfrutarse con el otro y entender que ese goce está mucho más cerca de lo que se cree.
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