- octubre 13, 2015
Sin duda, el arte es capaz de revalorizar un barrio. Es el caso de Williamsburg, Brooklyn. En los noventas este hoy floreciente lugar supo ser un gueto desastroso a donde solo se vendía droga Hoy gracias a los artistas y galerías de arte se ha convertido en un suelo que no para para de crecer […]
Sin duda, el arte es capaz de revalorizar un barrio. Es el caso de Williamsburg, Brooklyn. En los noventas este hoy floreciente lugar supo ser un gueto desastroso a donde solo se vendía droga Hoy gracias a los artistas y galerías de arte se ha convertido en un suelo que no para para de crecer en movimiento´y en precio por metro cuadrado.
El ambiente creativo que se percibe en el aire atrae a chicos de no mas de 25 años denominados hipsters. Negocios vintage, muchos bares y restos que cordialmente invitan a pasar inundan las cuadras: Todos tienen una decoración de lo mas ecléctica, sin embargo todos siguen el mismo patrón «ser diferente.
Las grandes cadenas aun no se han instalado en Williamsburg, aunque muchos entendidos, juran que este sera el próximo Soho a pesar de que los artistas locales cuidan con recelo lo que aun les pertenece. Nobeza obliga, debo decir que no fue de mi agrado, me pareció todo muy impostado y la gente con mucho postureo. Pero por supuesto esto queda a criterio de cada persona, y no hay peor experiencia que la que no se haya vivido.
Este es el barrio perfecto para dos tipos de turistas:
1) Los que ya han estado muchísima veces en Nueva york por turismo y quieren conocer » El barrio del que todos hablan
2) Para los amantes de las tiendas de pulgas y locaes vintage
Williamsburg es el lugar perfecto para los tipos de viajeros que ya son expertos en Nueva York, que ha ido muchas veces a Manhathan por turismo y quieren conocer lugares de los que todos hablan.