“Necesitamos ponerle un equipo que mida su presión constantemente por 24 horas”, nunca pensé que esa declaración pudiera llevarme a una experiencia de gran aprendizaje.
Luego de preguntar cómo era el estudio, tomé turno y concurrí a que me lo pongan. “¡Está listo! ¡Puede hacer su vida normal!”, mencionó el enfermero. ¡Nada más lejano a la realidad! Ese día había iniciado con mucha energía y luego de ponerme el equipo había planeado dos sesiones de coaching y a la noche un cumpleaños familiar. Al día siguiente tenía 3 reuniones más. Desde el momento que comenzó a activarse el equipo, mi día cambió.
Llamé a mis clientes de ese día y del día siguiente, a mis parientes y cancelé todas mis actividades por las siguientes 24 horas.
¡No podía concentrarme! Cada 15 minutos, el aparato se encendía, comenzaba a zumbar y tomaba la presión. Los cables se veían a través de mi ropa y obstaculizaban mi movilización. Al comienzo me dio un ataque de risa acerca de mi situación y luego me puse a reflexionar: “Así debe sentirse una persona que está constantemente controlada por otra”, pensé.
Comparto contigo mis aprendizajes:
- Necesitamos diferenciar CONTROL de SEGUIMIENTO. El control se siente mucho más cercano y genera la sensación negativa de la desconfianza. Inclusive, en algunos momentos crea obstáculos. Sin embargo, interpreto al SEGUIMIENTO como un acompañamiento más generativo. Los periodos de tiempo y la distancia física deberán depender de la tarea que el otro realice y del nivel de capacitación que éste tenga para realizarla. El seguimiento tiene un carácter más de apoyo a la gestión y es un facilitador del proceso.
- El CONTROL desgasta e interrumpe. La persona controlada debe dejar de lado lo que está haciendo para atender al controlador.
- El CONTROL nace siempre del controlador. Sin embargo, cuando hacemos seguimiento a otro, le damos la chance a que esta persona recurra a nosotros las veces que lo considera necesario. El seguimiento puede ser en dos vías: lo recibo y lo solicito.
- El CONTROL afecta la autoestima del controlado. Siento que no estoy lo suficientemente capacitado para algo, que algo voy a hacer mal en cualquier momento y con esos pensamientos en la cabeza, tiendo a convertirlos en realidades.
Luego de 24 horas, recuperé mi libertad. ¡No puedo describirles con palabras lo que sentí! ¡Podía volver a ser la persona que soy y a hacer las cosas que hago todos los días! Y me llevó a preguntarme, ¿Cuántas veces controlé antes de realizar seguimiento? www.colombia.co ¿Cómo se sintieron las personas afectadas por el control cuando así lo hice?
Tú puedes elegir entre CONTROLAR o HACER SEGUIMIENTO…todo dependerá de los resultados que deseas lograr en el otro. También, si te sientes controlado/a puede elegir expresar cómo te sientes y proponer mejores formas de acompañamiento. Solo necesitas conectarte con tu poder de elección y, a partir de allí, ¡liderar tus resultados!