Necesitamos la solución mágica, el resultado inmediato no importa si eso implica engrapar la lengua, gastar fortunas en batidos o en profesionales que lo que menos hacen es educar y enseñar y se dedican a prohibir y retar.
Todas estas dietas tienen fecha de inicio y fecha de vencimiento porque proponen algo que no es real ni sostenible en el tiempo, no nos dejemos engañar. Busquen alternativas sanas y realistas porque la solución mágica no existe.
En el siglo 21 es increíble como algunos profesionales siguen eliminando el arroz, la papa o las legumbres de la dieta siendo que son el mejor combustible para el cuerpo, para el cerebro. Esto está alejadísimo de la evidencia científica y lo demuestra el galopante crecimiento de la obesidad a nivel mundial.
Qué características tienen estas dietas, como reconocerlas:
1. Excluyen nutrientes.
2. Suenan demasiado bien para ser verdad, no existen soluciones mágica ni inmediatas.
3. Son muy bajas en calorías
4. Prometen la pérdida rápida de peso
5. No se puede aplicar como estilo de vida.
Que efectos generan en nuestro organismo
1. El cuerpo no sabe de dietas, solo sabe que está recibiendo menos calorías, entonces AHORRA su gasto de calorías. Al romper la dieta el cuerpo sigue ahorrando y se recupera rápidamente el peso perdido.
2. Cuanto más se vuelve ilícito el acto de comer más se desea
3. Perdemos mása muscular y agua y poca grasa
4. Al comer muchísimo menos de lo que estamos acostumbrados a comer y al no respetar nuestro código de barras (fuimos armando y codificando con el tiempo con nuestras preferencias, gustos y costumbres) el cuerpo emite tarde o temprano señal de error.
5. Nos meten en un círculo vicioso muy difícil de salir, porque hay “buenos resultados” mientras las realizamos y cuando no la hacemos no importa nada y como todo!!