Empieza la cuenta regresiva para las ¡fiestas de fin de año! Y así como todos los días son de fiesta, no debemos dejar de sumar que vamos a querer cumplir con las compras, las tareas postergadas, organizar nuestras vacaciones y sin embargo esta carrera contra el tiempo puede tensionarnos demás.
Por eso, creo que también en este proceso, deberíamos aprender a relajarnos un poquito más, porque de acuerdo a cómo cada una de nosotras se relacione con el estrés va a depender a que vivamos mejor cada día.
Darnos un espacio en medio de tanto ajetreo para aprender a reconocer nuestras prioridades, y qué es lo que realmente necesitamos es el pilar fundamental.
Acá les dejo algunos consejitos que pueden ayudar:
- Escribir para organizarnos: una pequeña tarea que puede ayudarnos a encarar esta etapa sin estresarnos es ir agendando las invitaciones que recibimos, así vamos a poder tener un panorama de que días tenemos actividades, sin olvidar nuestro estilo de vida, qué estoy haciendo, cuánto tiempo estoy dejando para descansar, hacer algún deporte o caminata para depurar nuestro organismo, y lo más importante, dejar un tiempito para la familia.
- Aprender a decir no: es importante aprender a organizar nuestros gastos. Si bien, da gusto hacer regalos, no debe abarcar más de lo que podamos gastar. Hacer una lista por orden de prioridades también puede ayudar, salir a comprar con el dinero justo, dejar las tarjetas de crédito en casa, además de adelantarnos a hacer las compritas, son claves, así nos estaremos ahorrando tensión, vamos a poder elegir los regalos tranquilas y con mayor “razonamiento”. No perdamos de vista que las fiestas son momentos para compartir con nuestros seres queridos.
- Conectarnos con nosotras mismas: Cada una de nosotras sabe que cosas son las que nos resultan plenamente gratificantes, puede ser desde escuchar una música significativa, tomar un café con una amiga, darnos un buen baño, y enfocar nuestra mente en pensamientos positivos, no perder de vista lo que nos hace bien.
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