- octubre 2, 2013
Así como en los humanos, esta enfermedad también se produce en los canes. Sepa cómo detectarlo.
El Alzheimer, enfermedad que se manifiesta en personas mayores de 65 años, se caracteriza por el deterioro congnitivo y trastornos conductuales. Las personas que la padecen manifiestan pérdida de memoria y va en progreso.
Así mismo ocurre en los perros. Se denomina Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC), y se caracteriza por una serie de cambios en el comportamiento habitual de los mismos.
Se caracteriza por una degeneración del sistema nervioso central.
Lo principal que suelen comentar los propietarios es que el animal de pronto deja de eliminar de manera correcta. Si antes orinaba en el jardín, de la noche a la mañana lo hace en la cocina. La mascota pierde sus hábitos normales de eliminación, esto puede ocurrir tanto con la orina como con la materia fecal, o ambos.
También ocurre la desorientación, como si olvidara los lugares de la casa; a veces, incluso, se queda quieto, con la mirada perdida o con la cabeza apoyada contra la pared. En ocasiones suelen hasta olvidar por instantes quienes son sus propietarios, por lo cual podrían demostrar cierta agresividad.
Se vuelven menos tolerantes a la manipulación por parte de las personas. Muchas veces a consecuencia de algún dolor del que no nos percatamos y quedan con temor a que se los toque.
Hay disminución de la interacción con los propietarios. No es raro escuchar que los dueños se extrañan por el hecho que dejan de hacerles caso, sobre todo cuando llegan a casa, ya que no corren a saludarlos o no llaman la atención para que se los mime.
Menos frecuente, pero lo más característico del síndrome de disfunción cognitiva, es la alteración del sueño. Generalmente, los dueños expresan que antes dormía toda la noche y que ahora deambula por la casa, o inclusive se pasa ladrando la madrugada entera. Y por lo general duermen de día. Esto se debe a la alteración producida en las concentraciones del neurotransmisor responsable del ciclo circadiano, la serotonina.
El último signo de la disfunción cognitiva es la disminución de la actividad general, signo que realmente ocurre en todos los perros gerontes. Por lo que si su mascota demuestra este signo no quiere decir que sufra de esta patología, pero se debería prestar atención si presenta los otros síntomas.
El SDC no puede curarse. Los síntomas pueden disminuirse a base de un tratamiento farmacológico. Estos fármacos aumentan la irrigación del sistema nervioso central y previenen la degeneración y muerte de neuronas. También hay fármacos naturales que pueden ayudar a regular los periodos de sueño y vigilia. En perros que la desorientación o pérdida de conocimiento es habitual, aconsejo evitar cambiar de casa o de posición los mobiliarios y acercarse a ellos pausadamente de manera a que tengan un tiempo para reconocerlos.
Si nuestro perro presenta SDC necesitamos de mucha paciencia. Algunos propietarios piensan que es mejor optar por la eutanasia porque su perro se ha vuelto muy gruñón, pero ¿cuánto amor y cariño les dio durante toda su vida?. Generalmente perros que padecen SDC solo viven unos pocos años más, por lo cual creo que deberíamos respetar y ayudarlos a terminar sus días de la mejor manera posible. Todos nos volveremos seniles en algún momento y tendríamos tener presente cómo nos gustaría la contención de nuestros seres queridos en esos días finales.