- marzo 5, 2021
Según un estudio de la Universidad de Granada, la acumulación de grasa en el cuello es un factor predictor de adiposidad central y total y de riego cardiometabólico.
La acumulación de grasa a nivel visceral ha sido considerado como uno de los factores más relacionados con el riesgo cardiometabólico e inflamación crónica de bajo grado en humanos. Sin embargo, esto ha provocado que el estudio de otros depósitos grasos queden, en cierta medida, a la sombra. Ahora, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha relevado que la acumulación de grasa en el cuello es un factor predictor de tener adiposidad central y total, riesgo cardiometabólico (problemas de corazón) y perfil inflamatorio en adultos jóvenes sedentarios.
“Curiosamente, varios estudios han mostrado que la acumulación de grasa en el cuello (tanto depósitos superficiales como la papada como los depósitos más profundos, situados entre músculos y alrededor de las vértebras cervicales) aumenta de forma directamente proporcional al peso o adiposidad del sujeto, siguiendo patrones específicos de acumulación, según el sexo. De hecho, el incremento de la acumulación de grasa en ciertos compartimientos/depósitos del cuello (principalmente profundos) está relacionado con la propensión a tener un mayor riesgo cardiometabólico. Sin embargo, la evidencia acumulada hasta el momento se basa en experimentos realizados en pacientes con tumores benignos/malignos u otras patologías crónicas, y si puede generalizarse a adultos relativamente sanos está aún por determinarse”, explica la investigadora de la UGR María José Arias Téllez, una de las autores principales de este trabajo.
La investigación muestra que la acumulación de grasa en el cuello medida con tomografía computada, así como su distribución en diferentes compartimentos, se asocia con mayor adiposidad total y central, mayor riesgo cardiometabólico y un estatus más pro-inflamatorio en adultos jóvenes sanos, de forma independiente a la cantidad de grasa total y visceral. Además, entre los hallazgos más relevantes, se observó que esta acumulación de grasa en el cuello era un factor tan potente (en términos de dirección y magnitud) como la acumulación de grasa visceral en la predicción del riesgo cardiometabólico y estado inflamatorio, especialmente en hombres.