Este tipo de manicura se está convirtiendo en tendencia gracias a las influencers y nail artists que la están luciendo en redes sociales.
La manicura coreana es una técnica que ha pasado de generación en generación y se trata de pintar las uñas de un color naranja mientras que la piel de los costados de la uña también se tiñen, y lo mejor de esto es que puede durar por meses.
Su apariencia final es tono entre rosado y naranja, lavado, que invade tanto las uñas como la piel a su alrededor y puede durar hasta meses, siempre dependiendo del crecimiento de la uña.
Otra característica realmente novedosa es que no precisa ingredientes químicos secretos ni esmaltar la uña con un color muy llamativo: la manicura coreana, que en realidad se conoce popularmente como «balsam dye» (tintura de bálsamo), y se popularizó especialmente entre los más chicos, como una forma de esquivar las exigencias de los colegios surcoreanos que no permitían llevar las uñas esmaltadas, publica el portal Parati.
Esta ingeniosa técnica se extendió durante los 90 en Corea del Sur, y utilizaba como colorante el extracto de una mezcla de pétalos de flores. Similar al recurso de la henna (que también parte de extractos naturales) para lograr el color naranja mandarina carcterístico, se debe combinar una pasta de flores machacadas, junto a un polvo similar a la levadura, sin olvidar el ingrediente clave: las flores de la balsamina (su nombre técnico es Impatiens balsamina). Los pétalos de esta flor aportan el característico color, que puede recordar un poco al azafrán.